Hay 9 concellos en la provincia especialmente cicateros a la hora de invertir en 2015: no llegan a destinar 24 euros por ciudadano en 2015. Aunque la inversión media por habitante es de 92,42 euros, en la capital cada ourensano no llegará a 4 euros al mes, en Xinzo cada vecino toca a 33,37 euros en todo 2015, y en O Carballiño a 34 euros. Nada que ver con la presión fiscal que reciben (tasas e impuestos a pagar), ni con el pago de nóminas que multiplica hasta por 18 la partida de inversión real. En el polo contrario está Chandrexa de Queixa, con mucha diferencia el más inversor de la provincia

todo el año a obra e infraestructuras. Son los de Rairiz de Veiga (cero euros), Punxín, Petín, San Amaro, Padrenda, Barbadás, O Barco de Valdeorras, A Peroxa y Lobeira. En el caso de Barbadás, cada uno de sus 10.371 vecinos dispondrá de 16,72 euros durante todo el año para inversiones, y en el de O Barco cada uno de los 13.899 barquenses apenas rebasará los 2,5 euros/mes para obra e infraestructuras en 2015.

En la relación de concellos por debajo de la media de inversión real por habitante en la provincia se encuentran también Xinzo de Limia y O Carballiño. La primera de las villas asigna 33,37 euros por habitante (menos de 3 euros/mes) a inversión real, y O Carballiño 34,09. También en este grupo se encuentra la capital ourensana, donde cada uno de los 106.905 habitantes con que cuenta la ciudad no llega a los 4 euros/mes, 47,54 en todo 2015, en inversiones reales, frente a un presupuesto de 104,6 millones de euros.
En tales casos, 2015 es otro año de la sucesión de ejercicios en los que los respectivos gobiernos vienen sacrificando las inversiones reales en detrimento de otras partidas como es, por ejemplo, la de personal: en Xinzo de Limia, cada vecino toca a 33,37 euros en inversión, pero a 388 en gasto de personal de su Concello; en O Carballiño, a 34 euros de inversión, pero a 233 en personal; y en la capital ourensana, los 47,57 euros que le corresponden a cada vecino en inversión real, apenas son una séptima parte de los 342,53 que suponen por habitante los 36,6 millones que el Concello pagará en nóminas en 2015. Y otro tanto ocurre si la comparación se establece con el gasto en bienes corrientes y servicios de estos concellos.

Por contra, el sacrificio acumulado año tras año en la mayoría de los concellos ourensanos en inversión real, confronta con la continuada subida impositiva a los ciudadanos. De modo que esos 47,57 euros de inversión en la capital en 2015 son 14 veces menos que los 669,3 euros de media que los ourensanos aportarán a las arcas municipales en tasas e impuestos; y en Xinzo, los 605,7 euros que recaudará el Concello en impuestos y tasas en 2015, son 18 veces lo que gastará en inversiones reales, lo que equivale a que por cada 18 euros que cada vecino aporta a las arcas municipales, el Concello sólo le devolverá 1 en inversión real en su municipio.