Aunque alguna de las prioridades que le marcó al Gobierno municipal el Grupo del BNG, como es el caso del Plan de Empleo, aparece contemplada en los Presupuestos de 2014 con los 3 millones de euros acordados con todos los grupos, el portavoz de los nacionalistas ya ha dicho, taxativo, que "non son os orzamentos do BNG senón do PSOE".
Xosé Somoza recalcó que, aunque los de Agustín Fernández tuvieron esta vez incluso más tiempo para hacerlo, no los llamaron a consulta a la hora de elaborarlos.
La postura de los que fueran socio de Gobierno y lo tienen sido aún para asuntos puntuales, parece clara esta vez en el sentido de no apoyar los Presupuestos que el BNG cree que "non son os que esta cidade necesita".

En tal situación, el portavoz nacionalista ya ha instado al alcalde a que el Gobierno municipal los apruebe en Xunta Local de Goberno es decir, por su cuenta y riesgo. Y aunque no descartan presentar enmiendas a los mismos, el BNG se ha expresado al margen de respaldar a los de Agustín Fernández en su aprobación.

Tampoco es previsible que lo haga Democracia Ourensana, cuyo apoyo en solitario, de producirse, no sería suficiente para una mayoría simple a la aprobación presupuestaria.
Pérez Jácome se ha limitado, por ahora, a calificarlos de "patéticos" y cuestionar la tardanza en presentarlos, recordando que nunca entrarán en vigor antes del mes de septiembre es decir, con apenas 8 meses de vigencia y a caballo entre lo que resta de este año y un 2015 eminentemente electoral.

Por su parte, el PP, en un primer adelanto de la concelleira para asuntos económicos Beatriz Tejada, dice haber detectado entre el millar largo de folios que totalizan los 4 tomos del proyecto presupuestario, alguna "insumisión" como la que se plantea en relación al canon de Sogama.
Tejada-Jácome sospecha que no será el único reparo que encuentren en los Presupuestos de 2014, asumiendo ya de difícil digestión un gasto que el propio Gobierno y el concelleiro Vázquez Barquero asumen que está 15 millones de euros por encima de lo que permite el techo de gasto, y que llega con el propio Vázquez Barquero elevando la cuantía presupuestaria mientras se reducía el techo del gasto.