Un vecino de esta ciudad, de 46 años y con 42 detenciones anteriores, entró en Comisaria con una acusación y salió con dos.
El hombre fue detenido el pasado viernes, día 21, como autor del hurto de un teléfono móvil y de una tablet.
El robo se había producido en una cafetería de la Calle Ervedelo de esta ciudad, y fue denunciado por una empleada del local.

La Bigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional estableció de inmediato la correspondiente búsqueda del presunto caco y los efectos robados en las proximidades del local, dando pronto con la persona que correspondía a la descripción realizada por la denunciante. Y posteriormente se le encontró en su poder el teléfono móvil propiedad de la denunciante, mientras que la tablet fue hallada dentro de una bolsa y escondida entre unas piedras.

Detenido y trasladado a Comisaría de Ourense, la situación aquí se complicaría más para el presunto caco.
En la Oficina de Denuncias y Tención al Ciudadano se encontraba una vecina de la ciudad para denunciar la sustracción de varios pares de zapatos de una tienda en la que trabaja como encargada. La mujer reconoció al hombre que iba a denunciar nada más verle pasar de camino a los calabozos de la Comisaría, por lo que las actuaciones policiales contra el detenido se ampliaron automáticamente.