El brote de sarna detectado este pasado martes en el Complejo Hospitalario de Ourense, no es el único que se produjo en los últimos días en instalaciones regentadas por la Xunta de Galicia en esta ciudad. Pese a no transcender a los medios de comunicación, un brote similar se detectó a finales del pasado mes de noviembre en la Residencia de ancianos de Cabeza de Vaca de esta ciudad, de la que es titular la Xunta.
El sábado, 26 de noviembre, los responsables de esta Residencia de la Tercera Edad ubicada en las afueras de la capital ourensana, dieron por controlada y resuelta la situación en torno a las cinco de la tarde. Pero la cuarentena del Módulo 2, cuya duración inicial se fijó en 24 horas que luego se excedieron, se repitió a la semana siguiente en el Módulo 1 de este centro. Aún la semana pasada estuvieron selladas varias depedencias de este módulo.

Según pudo saber Ourense Dixital de fuentes de la propia Residencia, la existencia de sarna tuvo que detectarse entre el lunes y el martes, 21 y 22 del pasado mes. La situación conllevó el aislamiento generalizado de los ancianos en sus propias habitaciones, sellado de las ropas y otras pertenencias en bolsas, y la obligatoriedad de permanecer en dichas habitaciones, en las que se les sirvieron los alimentos, mientras las autoridades médicas no consideraran resuelta la situación.
En este caso, al igual que lo ocurrido esta semana en el Complejo Hospitalario de Ourense, el brote se atribuyó al ingreso de una persona con sarna en las instalaciones de la Residencia de Cabeza de Vaca, extremo que no fue detectado a tiempo.

Ni el caso transcendió al exterior, ni oficialmeente consta que existiera contagio entre otros ancianos o del personal de la Residencia. Sin embargo, según pudo saber OuD, hay al menos una trabajadora de la Residencia de Cabeza de Vaca que se encontraría de baja con un cuadro de sarna.

La escabiosis o sarna es una enfermedad de la piel que causa un ácaro párasito, al que comúnmente se le conoce como arador de la sarna. Es una afección muy contagiosa, aunque de fácil tratamiento y de relativo riesgo.
Se transmite con facilidad por contagio directo o a través de las prendas de ropa, sábanas y toallas, lo mismo que por vía sexual.
Aunque se han observado numerosos casos en personas que suelen viajar mucho y con frecuencia, la transmisión en los que se han detectado en Ourense parece mucho más probable por contacto con animales infectados, posiblemente perros o gatos.