El Gobierno del Concello de Ourense estudia actualmente una modificación en el Reglamento Orgánico de Gobierno y Organización del Pleno del Concello, por el que se pretenden ajustar los tiempos de intervención de los portavoces de los grupos en las sesiones plenarias, así como la presentación de enmiendas y mociones.
El proceso estaría actualmente en marcha, único extremo del que hasta ahora ha dado cuenta el Gobierno que dirige como alcalde el socialista Francisco Rodríguez.

Si la modificación se materializara, el Concello de la capital se convertiría en el segundo de la provincia en operar limitaciones a las intervenciones de los portavoces de los grupos políticas con presencia en la Corporación Municipal. El primero que lo ha hecho ha sido el de Barbadás, que ya aplicó estas limitaciones con el nuevo año, en el pleno de enero, lo que protestaron los grupos de PSOE y BNG, oposición en este Concello que gobierna el PP.
En el caso del Concello de Ourense, el avance de intenciones que se ha facilitado al respecto explica, únicamente, que la modificación estará "centrada no desenvolvemento dos plenos, e moi especialmente nos debates das propostas de acordos, mocións, rogos e preguntas".

La modificación persigue, al menos inicialmente, tres cosas: en primer lugar regular la presentación de mociones y enmiendas, pactadas hasta ahora a un máximo de 3 por grupo; ordenar los debates, "axustando os tempos de intervención e réplica"; y regular el turno de ruegos y preguntas, "de xeito que os primeiros se expresen con brevidade e os segundos se presenten preferentemente por escrito, para permitir unha información máis clara e precisa".
Lo que contribuirá a hacer las sesiones plenarias del Concello de Ourense más ágiles y cortas.

La modificación del Reglamento, no obstante, ha de seguir un procedimiento que arranca de un acuerdo de la Xunta de Goberno Local, que trasladará luego su acuerdo a la Comisión de Pleno. Entonces se abrirá un plazo de 10 días para que los grupos políticos puedan presentar enmiendas, tras lo que el asunto volverá a la Comisión de Pleno para que eleve dictamen y trasladarlo al propio Pleno del Concello.
La aprobación de la modificación requerirá el respaldo de la mayoría absoluta de la Corporación.

La medida puede acotar la excesiva prolongación de los debates que se viene produciendo en las sesiones plenarias del Concello de Ourense, donde las intervenciones de los portavoces quedan a la entera disposición de estos sin limitación de tiempo alguna. Lo mismo que los turnos de réplica llegan a ser muchas veces más extensos que los iniciales de exposición de los planteamientos del grupo.