El 25 de junio de 2010, Antonio Pérez apareció públicamente encabezando la lista del Partido Popular por Xinzo de Limia. Relevaba en el puesto al veterano Isáac Vila Rodríguez, del que unos meses antes había dado a entender el presidente del partido, Manuel Baltar, que el PP prescindiría de él en los comicios de 2011. Pero Antonio Pérez nunca fue (ni pareció serlo, siquiera) un hombre de Manuel Baltar Blanco. Por contra, mucho más afín a su padre y predecesor en la dirección del partido, José Luis Baltar Pumar, al que unió una relación "tan afectiva como personal". Por la Deputación pasó como diputado sin apenas ser visto, y menos como para ser recordado.

Antonio Pérez Rodríguez, familiarmente conocido en A Limia como O Chavelleiro (así se conocía a su padre), decía ser un hombre hecho a jugar para ganar, "aínda que sea a billarda". Y que en las municipales de 2011 dijo salir para ganar, ya que "si no gano que sean otros los que lleven el estandarte", afirmaba. Ganó aquellas elecciones y acertó cuando había vaticinado que el alcalde de Xinzo lo sería o no por un exiguo margen de 200 votos en las urnas. Sin embargo, sus problemas fueron él mismo y su peculiar forma de entender la política, en vez de la mayoría justa de 9 concelleiros que, curiosamente, apenas le causó el menor problema a la hora de gobernar el Concello.

En cuanto fue alcalde empezaron a llegar los pleitos. Y no aquellos que podría haber heredado de su predecesor, como el proyecto fallido de la cárnica CICAT con el que se despidió Isáac Vila. Sus problemas fueron los que él mismo se buscó, no los que le produjeron los concelleiros de su equipo de Gobierno. La llegada de esta nueva sentencia condenándole por enchufar a quien le dio la gana al margen de lo establecido y de los reparos de los técnicos, tiene precedentes tan pintorescos como el de la contratación en agosto de 2012 de un jubilado como su asesor personal al margen de que el hombre tuviera ya ¡78 años!.... El Contencioso Administrativo falló que "superaba en 8 anos a idade máxima improrrogable de 70 anos establecida no artigo 67.38 da Lei 7/2007 para todos os empregados públicos". Seguro que Antonio Pérez,pese a jactarse siempre de ser gestor y empresario más que político, lo desconocía.

El año 2012 dio para mucho, como ahora establece la sentencia del Penal 1 de Ourense. Recién llegado a la alcaldía de Xinzo, Antonio Pérez quizás no asimiló que, como dice la canción de Melendi, "oye, la cosa no va así". Así que el alcalde de Xinzo se mostró tan seguro como inflexible a la hora de que se cumpliera su voluntad. Y debió ser cuando, aburrido de que el secretario-interventor acumulara reparos a sus arbitrarias contrataciones, el Chavelleiro ordenó la incautación del ordenador de Demetrio Martínez, como ahora establece la sentencia del Penal 1. Triste episodio de la etapa democrática de Xinzo de Limia. Aunque por el camino aún logró convertir en adeptos a algunos que, fieles a Iáac Vila cuando éste reinaba, le recibieron a su llegada con tantas críticas como luego acabaron en la candidatura del Chavelleiro de 2015.