La Asociación Vecinal Quince de Agosto de Reza reclama a la Xunta "la adaptación del proyecto de senda a las necesidades reales de los usuarios y la disminución del impacto y los perjuicios para los afectados". La Asociación Vecinal responde así a la publicación en el DOG el pasado día 15 de la expropiación forzosa de bienes y derechos que se verán afectados por el desarrollo de dicho proyecto. Según la Asociación vecinal, son un total de 17 vecinos, la mayoría de ellos con edades superiores a los 80 años, que verán afectados los cierres de sus viviendas.

El colectivo vecinal reitera a la Xunta que, "desde siempre", se ha reclamado como la opción más "idónea" la construcción de aceras en la carretera, como ya existen en el tramo de la salida de dicho vial de la ciudad. La Xunta, por contra, impulsa desde 2018 un proyecto distinto que, además de causar "una grave afección en fincas y cierres de viviendas", supone un agravio comparativo a los vecinos afectados con respecto a aquellos que disponen de dichas aceras. Y aunque la Asociación reconoce que el actual proyecto de senda recoge algunas de las propuestas planteadas en las alegaciones que se formularon, no se entiende cómo si el principal requerimiento que se planteó fue el de "uso exclusivo peatonal", la senda mantiene la anchura mínima de 1,80 metros que recogía ya el proyecto inicial. Es lo que, según Quince de Agosto, causa los mayores perjuicios a los vecinos afectados.

"Resulta desproporcionada, además, la diferencia de anchura de las aceras existentes con la de la senda proyectada, cuando lo coherente y estético sería dotar de homogeneidad todo el trazado a lo largo del margen derecho de la carretera de Reza", señala el colectivo vecinal que mantiene su rechazo al desarrollo del proyecto con la mencionada anchura como lo mantiene la Xunta de Galicia.