El Grupo Municipal del BNG dio cuenta este martes de haber traslado a la comisión de seguimiento sus alegaciones a la Ordenanza Municipal de Ruidos. Los nacionalistas dicen pretender focalizar el debate en la especificidad de los locales y la regulación del propio ruido. Así mismo, el BNG vuelve a criticar "la criminalización del fenómeno social conocido como botellón" por parte del resto de fuerzas políticas que conforman el Pleno del Concello.

El BNG destaca la falta de transversalidad en el cogobierno de la ciudad a la hora de tratar ambos temas conjuntamente al tiempo que apela por la criminalización del botellón. Para el BNG ha de haber "una definición explícita de la Ordenanza, de cada tipo de licencia que otorgue el Concello y con qué grupo acústico". Para lo cual destaca el BNG que será muy importante contar con el asesoramiento técnico de especialistas que eviten interpretaciones erróneas, y recalcan la necesidad de crear el mapa de ruido de Ourense para cumplir con la correspondiente directiva europea y con la Ley del Ruido para ciudades de más de 100.000 habitantes.