Comenzó este martes la ronda de reuniones de trabajo para concordar entre los grupos que conforman la Corporación Provincial, PP, PSOE y BNG, el texto del Código Ético que ha de regir el comportamiento de políticos y trabajadores de la institución provincial en lo sucesivo.
Las reuniones de trabajo está previsto que se prolonguen por espacio de 3 días, señala la propia institución provincial, aunque otra cosa distinta es si al final del proceso llegarán los 3 grupos o lo hará únicamente el de Gobierno y proponente del Código, el PP.

La última opción es la más probable, sobre todo teniendo en cuenta que, nada más haber comenzado la tanda de reuniones, el BNG ya ha anunciado que no volverá a sentarse a la mesa.
El propio Manuel Baltar, presidente de la Deputación y proponente de dicho Código Ético, reconoce que ambas formaciones han calificado de "innegociables" las dimisiones que exigen de aquellos diputados provinciales que estén imputados en algún proceso judicial.
Baltar Blanco califica de "xogo político demagóxico" este planteamiento, advierte que "non entra na forma de pensar" de él y de su partido y, por contra, sostiene que ha de prevalecer la presunción de inocencia.

El titular de la Deputación asume ya que el Código Ético saldrá adelante con la mayoría de su Grupo pero no por unanimidad, cuando afirma que "seguiremos adiante coa tramitación" del documento, y reprocha a los socialistas que hayan advertido sobre cuestiones "innegociables", dijo, "cando vimos aquí a negociar".

El BNG abandona la comisión que considera "unha burla e unha tomadura de pelo"

El Grupo del BNG se coloca ya al margen del proceso de negociación del Código Ético, a no ser que el presidente de la Deputación cambie de criterio y cese a 3 diputados del Partido Popular.
Los nacionalistas recalcan que ahora mismo están imputados en asuntos de calado, y recuerda que son el alcalde de Xinzo, "por prevaricación ligada a presuntas irregularidades en contratos", el alcalde de O Carballiño, "imputado na Operación Pokemon", y el alcalde de Barbadás, "que ademáis de defraudar á facenda pública, está imputado nunha presunta trama de corrupción urbanística", señalan los nacionalistas.

Los nacionalistas califican de conditio sine qua non "para seguir a falar de códigos éticos", que Baltar Blanco actúe "non só separando aos imputados de cantas responsabilidades de Goberno puideran ter, senón cesandos fulminantemente, xa que eles non tiveron a dignidade política de dimitir".
De haberlo hecho, señala el BNG, los nacionalistas hubieran seguido en la mesa de trabajo, pero al no hacerlo la abandonan y consideran al presidente de la Deputación "cómplice e colaborador necesario para seguir mantendo unha rede corrupta dentro do seu partido nesta institución".

El BNG sale de la comisión considerando el proceso "unha burla e unha tomadura de pelo".