64 años después de que fuera abatido a tiros por la Guardia Civil el 16 de mayo de 1950 en la pequeña localidad abulense de Chaherrero, del ayuntamiento de Crespos, este fin de semana (todavía sin día concreto) llegarán al cementerio de su Sandiás natal los restos del guerrillero republicano Perfecto de Dios Fernández.
Si las previsiones de su hermano, Camilo de Dios, se cumplen, a partir de ahora los restos mortales de Perfecto de Dios estarán junto a los de su madre, Carmen Fernández Seguín, su padre, Jesús de Dios, perseguido también durante la Guerra Civil española y otros familiares cvuyos restos reposan a la misma entrada del cementerio de Sandiás.

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica así como el Ayuntamiento de Crespos y los propios vecinos de Chaherrero en Ávila, han colaborado en la recuperación de los restos de Perfecto de Dios hasta hacer posible cumplir el deseo de su hermano, que reconoce que "non houbera podido cumplir senón fora por eles".
Fueron los propios vecinos de la pequeña localidad de Chaherrero los que evitaron que se perdiera la referencia del lugar donde se había enterrado al guerrillero hace 64 años llegada una ampliación de viales: "eles se encargaron de evitar que as máquinas pasaran por enriba e delimitaron a sepultura cunhas pedras que eles mesmos puxeron".
De camino a Ourense, los restos de Perfecto de Dios harán una parada en Ponferrada para completar trámites relativos a pruebas de ADN que todavía será preciso hacer. En cualquier caso, los testimonios de los propios vecinos de Chaherrero así como el celo puesto en preservar la sepultura del guerrillero, hacen posible el retorno del de Sandiás a su tierra natal sin duda alguna en este caso sobre su identidad para la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y su propio hermano.

Perfecto de Dios Fernández contaba 20 años cuando en 1950 fue abatido por disparos de la Guardia Civil en esta localidad de la provincia de Ávila. Hasta aquí había llegado con su madre, Carmen Fernández Seguín, fuxida a los montes de A Edreira, Laza, y otros del Macizo Central Ourensán en octubre de 1948 con sus dos hijos, Perfecto y Camilo, todavía este último menor de edad por entonces.
Madre e hijo habían emprendido la huída de Galicia en dirección a Castilla a primeros de mayo de aquel año, 1950, en compañía de otros dos guerrilleros, Juan Sorga y Manuel Rodríguez. Hasta que fueron descubiertos en esta pequeña localidad de Ávila donde Perfecto de Dios fue abatido a tiros y Carmen Fernández detenida.
Tras cumplir condena de 30 años de prisión mayor, Carmen Fernández reposa desde 1998 en el lugar al que ahora llegarán los restos de su hijo.

Ahora, Camilo de Dios dice ver cumplido el deseo de recuperar a su hermano de cuya muerte tuvo conocimiento en el Penal del Dueso, cumpliendo una condena que le fuera impuesta siendo aún menor de edad, "un día mentras comíamos unha paella da comuna, porque as cartas alí chegábannos ao mediodía".