"El descenso en el número de desempleados inscritos en el Servicio Público de Empleo en el mes de julio es fruto de la contratación temporal y de la rotación del empleo que se repite cada año en este período debido a las contrataciones de verano", asegura la CIG al interpretar los últimos datos del paro en la provincia ourensana. Para Etelvino Blanco, secretario comarcal de CIG-Ourense, la bajada de 1.451 inscritos en las listas del aro junto a las 1.249 nuevas afiliaciones a la Seguridad Social "es algo coyuntural y habitual en este mes, afectando sobre todo al sector servicios".

La bonanza que aún supondrían dichos referentes se ven aún reducidos por "la grave pérdida de población activa" de la provincia, añade la CIG. Además, "el tipo de empleo que se genera es de total precariedad", al constatarse una media interanual de contratos fijos en Ourense de sólo el 7,6%, según esta central sindical. Por contra, si se analiza la contratación a tiempo parcial se llega a conclusiones "dramáticas" que confluyen en el hecho de que "no se está creando empleo estable" y que donde había un puesto de trabajo ahora hay tres puestos precarizados, asegura la CIG.

El sindicato advierte, además, de que este tipo de contratación de pocas horas y bajos salarios poco contribuir a sostener la caja de pensiones, pues "está provocando una espectacular caída de ingresos de la Seguridad Social".
La CIG concluye refiriéndose a otros malos indicadores de la provincia: sólo el 36% de los inscritos en el paro percibe alguna prestación contributiva; y sólo el 48%, menos de la mitad, cuenta con algún tipo de ayuda económica.