Un hombre de 72 años apareció muerto la madrugada de este sábado en su vivienda de la calle Curros Enríquez de esta ciudad, a la que efectivos policiales y bomberos acudieron al declararse en ella un incendio.
Casi con toda seguridad, el incendio habría sido provocado por el autor del apuñalamiento del fallecido, luego detenido por la Policía Local: un joven rumano, de 18 años, a quien se le intervinieron en el momento de la detención dos relojes y una bolsa con cuchillo, entre ellos el que se sospecha que fue el arma homicida.

El desenlace de los hechos ocurrió en torno a las 6 de la madrugada de este sábado, pero después de una larga de persecución del detenido por la Policía Local ourensana.
Todo comenzó a eso de la una de la madrugada, cuando una vecina de la ciudad alertó a la Local de que un vehículo acababa de colisionar con una señal de tráfico en la Plaza de Don Bosco, dándose a la fuga de inmediato y a gran velocidad.
Las cámaras de tráfico recogieron la colisión y facilitaron a los agentes la matrícula del vehículo, que fue localizado circulando en la zona de A Ponte sin poder interceptarlo.
Cuando volvieron a hacerlo, lo hallaron estacionado en la calle Francisco Añón Paz sin nadie ya en su interior.

La búsqueda en las siguientes horas establecieron la presencia del luego detenido en la intersección de la Avenida de La Habana con Curros Enríquez, justo donde se halla el inmueble el que residía la víctima. Aquí sí se consigue detener al presunto homicida, momento en el que surge la alerta de incendio en la vivienda donde reside el fallecido y a la que acuden ya los bomberos y efectivos de la Policía Nacional.
Desalojado el edificio, en el interior de la vivienda se encuentra el cuerpo de la víctima, un hombre de 72 años que presenta varias heridas por arma blanca con resultado mortal.

Se cree que el autor del homicidio pudo primero haber matado a la víctima, y volver luego al escenario de los hechos para eliminar pruebas prendiendo fuego a la vivienda. El asunto ha quedado bajo secreto de sumario dispuesto por el titular del Juzgado número 1 de los de Ourense, Leonardo Álvarez, que ordenó el levantamiento del cadáver y se hace cargo del caso.