"Núñez Feijóo xa non é o urbanita con zapatos de charos e con mangueira de xardín na man denunciando vagas de lume. Agora é o presidente escondido que minte de maneira enfermiza e conduce á destrucción os nosos montes ao noso rural", dice la Confederación Intersindical en un comunicado emitido este miércoles a raíz del incremento de incendios forestales de lo que va de esta semana, concretamente ese martes, 21, y el miércoles, 21.
La central sindical nacionalista pide una "intervención estrutural" que planifique con eficacia la prevención de los fuegos y apueste por la regeneración del monte, para lo que será preciso "consensuar socialmente", dice la organización sindical.

Por lo demás, la política diseñada por la Xunta de Galicia a este respecto está siendo "un fracaso", por razones que la CIG agrupa en cuatro grandes grupos.
Por un lado y en primer lugar, se encuentra en el estado de los montes: "de absoluto abandono". El sindicato lamenta que no se hayan hecho trabajos de limpieza, desbroce, cortafuegos y por el estilo. Se redujeron las partidas económicas para ello y "nin tan siquiera se investiu a partida recortada", asegura la CIG.

Por otra parte, "volveuse fomentar o fracasado modelo Fraga de transferencia aos concellos dunta importante parte do operativo". Lo que, a criterio de la CIG, ha supuesto "diluir as responsabiliddes da política de prevención e extinción entre multitude de organismos e administracións".
Recuerda la organización sindical que son cerca de 2.000 las personas contratadas por los concellos, que carecen, por lo general, de la formación necesaria para afrontar estas tareas. Y se vuelve a imponer el modelo caciquil en, sobre todo, los pequeños concellos.

Y en tercer lugar, se han reducido los medios humanos y materiales del operativo contra el fuego: no se cubren las bajas del personal; los vehículos motobombas no están operativos las 24 horas; se ha reducido a la mitad el número de conductores de estos vehículos; frente a las 9 personas que aún no hace mucho integraban una brigada de tierra, ahora las brigadas son de 4 personas; se han cerrado puntos de vigilancia vitales para detectar los fuegos, por ejemplo la de A Ribeira Sacra, la única que había y que fue cerrada; se cerraron bases de helicópteros como la de O Barco; y también se ha reducido el dispositivo de agentes forestales y medioambientales.
Recortes todos ellos que denuncia el secretario confederal de Medio Ambiente de la CIG en Ourense, Anxo Pérez Carballo.