Si el hecho de que este año la celebración de Os Maios fuera festivo en la capital no está claro hasta que punto ayudó a la fiesta, si lo está que la meteorología no lo hizo. La lluvia caída durante toda la noche y las primeras horas de la mañana, con cielos cubiertos por completo y lluvias persistentes, hizo que llegadas las 11:30 de la mañana, pese a la tregua que las precipitaciones se dieron, las calles Paseo y Lamas Carvajal hasta la Praza Maior estuvieran muy lejos de los mejores días de los Maios ourensanos.

Tampoco la afluencia de esculturas a la celebración brilló en esta edición, así como la envergadura de las creaciones que se presentaron a concurso y ocuparon las mencionadas calles. Por más que, aprovechando las treguas que se dieron las precipitaciones, los participantes apuraron el canto de las coplas, a duras penas lograron motivar a un público escaso y frío como húmedo fue el día en la celebración de este 2012.

Tampoco en la Alameda la animación del Maio Gastronómico destacó en esta edición. En la que, además de lo que la meteorología restó, es muy probable que no haya sumado, precisamente, el hecho de que el Día dos Maios haya sido festivo local y, por tanto, inhábil a efectos laborales.