Que se deixen de tonterías”, repitió en más de una ocasión la concelleira de Urbanismo del Concello de Ourense, Áurea Soto, al pedir este viernes a la Xunta de Galicia “máxima celeridad” con las normas provisionales que desbloqueen la situación urbanística que ha generado la anulación del Plan de Urbanismo de 2003 aprobado por el Gobierno del PP con Manuel Cabezas como alcalde.
La concelleira de Urbanismo instó a la Dirección Xeral de Urbanismo de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras a obrar con la mayor diligencia posible y a no agotar el plazo de dos meses para elaborar las normas provisionales que permitan desbloquear la situación. Y así, dijo, poder el Concello de Ourense aprobar dichas normas en el pleno de septiembre, a vuelta del verano.

Áurea Soto enumeró una serie de actuaciones pendientes y proyectadas por el Concello que ahora mismo están paralizadas por la anulación del PXOM de 2003 por sentencia del Tribunal Supremo. Recordó la concelleira de Urbanismo que la automática reposición del Plan de 1986 que supone la anulación del de 2003, no resuelve “absolutamente nada” porque este PXOM está “totalmente obsoleto” y la mayoría de las actuaciones que están en marcha, incluso que han sido ya realizadas, ni siquiera las contempla.

La concelleira insistió en proyectos tan importantes para la ciudad como son el BIC de As Burgas y el Plan Especial del Casco Histórico de Ourense, especialmente en las fuentes termales de As Burgas y su contorno, para recalcar la urgencia que precisa resolver la situación que ha planteado la anulación del Plan de Urbanismo de 2003. Soto insistió públicamente en el deseo del Concello de Ourense de poder aprobar dicha normativa que permitiría desbloquear la situación de varios proyectos de interés general y público, en el primer pleno a vuelta de las vacaciones, el del 2 de septiembre.