Los tres vehículos adquiridos por renting por el Concello de Ourense para reforzar las dotaciones de la Policía Local no están en servicio, ni lo estarán hasta que sean corregidos los defectos que presentan. Ello pese a ser presentados públicamente el pasado día 30 de diciembre en la Praza Maior de esta ciudad, en un acto al que acudieron tanto el responsable de la Policía Local, el concelleiro Fernando Varela, como el teniente de alcalde, Andrés García Mata, además del máximo responsable de la Policía Local, Abelardo Ulloa.
Los vehículos, tres Seat Altea XL, se encuentran ahora mismo inmovilizados al no cumplir los preceptos estipulados “para su transformación en patrulleros”, como establecían las propias bases del concurso convocado en su día para su adquisición.
Concretamente los tres vehículos no disponen de cristales debidamente tintados y oscuros que impidan ver desde el exterior a las personas que, una vez detenidas, sean trasladados en ellos.
Pese a que “se trata de un fallo de pequeño alcance y fácil corrección”, según dijeron a OuD fuentes próximas al propio servicio, resulta de difícil explicación que los vehículos hayan sido recepcionados por los responsables de la Policía Local de Ourense, una vez que “está claro que no cumplen la normativa”.
Además, una vez recepcionados se produjó el acto de pública presentación del pasado 30 de diciembre, en el que el consejero delegado del Grupo Pérez Rumbao en esta ciudad, Ramón Seijas, y el gerente de Copersa, Antonio García, hicieron la simbólica entrega de los vehículos al Concello de Ourense. Al acto acudió también el jefe de la Policía Local, Abelardo Ulloa.
Los vehículos fueron adquiridos en régimen de renting en proceso concursal que se fijó en un máximo de 157.189 euros, y que se adjudicó al BBVA en 147.440 euros. Con una previsión media de 35.000 kilómetros/año, el precio final de la adjudicación supone que cada uno de los tres vehículos le saldrá al Concello de Ourense dentro de 4 años, cuando la operación de renting expire, por 49.000 euros más combustible, algo más de 8 millones de las viejas pesetas.
A todo esto hay que añadir que, curiosamente, existen precedentes en este mismo parque móvil, el de la Policía Local, y con estos mismos vehículos, Seat Altea, de que el Concello compra los vehículos al cabo de cuatro años en vez de aprovechar la operación de renting para mantener actualizada la flota de vehículos.
Las bases del concurso por las que se rigió esta nueva operación de renting para la adquisición de estos tres vehículos, establecían que sería por cuenta del aspirante a llevarse el concurso “su transformación en patrulleros”, lo que incluía desde la correspondiente rotulación hasta el “kit de detenidos” y el puente luminoso, pasando por un par de linternas, un equipamiento de salvamento, la palanqueta tipo “pata de cabra” y hasta un par de chalecos antibalas.
Es decir, los vehículos tendrían que estar completamente listos para entrar en servicio sin que al Concello le costará un sólo euro más, cosa que no ha ocurrido.
Aún así, se han recepcionado y presentado públicamente como si todo estuviera correcto.
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