El yo te pago pero a tí te echo, que parece ser la máxima de Ovidio Fernández Ojea, presidente de la Cámara de Comercio de Ourense, con algunos trabajadores, le sigue saliendo caro al órgano cameral. Fernández Ojea y el Ejecutivo cameral que preside se atrevió en su momento con todo el asesor fiscal de la entidad.
El asesor denunció en 2005 ante el presidente que estaba siendo hostigado por algunos de sus superiores. El técnico estaba dispuesto a una salida negociada, pero el Ejecutivo optó por el despido y, en consecuencia, por el conflicto laboral.
Ahora, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia ha ratificado, que no rectificado, la sentencia emitida por los juzgados de lo social de Ourense, y condena a la Cámara a abonar más de 74.000 euros al asesor fiscal despedido.
La cantidad podría ser mayor, ya que están pendientes de valorarse otros complementos retributivos, eventuales sanciones e intereses de cuotas a la Seguridad Social que debió de ingresar la Cámara de Comercio de Ourense cuando no lo hizo.
Y es que la picaresca de Ovidio Fernández y los suyos presidió la relación laboral que intentaron colar ante Trabajo. Algo que se vino abajo cuando en octubre de 2006, Inspección determinó que la relación entre el trabajador y la Cámara había sido de "naturaleza laboral", y no un contrato de servicios como intentaban hacer ver los de Ovidio Fernández. El asunto empeoró cuando Inspección de Trabajo incoó expediente sancionador por impago de cuotas sociales.
La reacción de la Cámara fue no pagarle retribución alguna al trabajador durante más de dos años, a pesar de que el asesor fiscal seguía prestando sus servicios a la entidad. Una decisión que hizo que la Cámara tenga ahora que pagar un 10% más en concepto de intereses legales por la demora practicada en el abono de los salarios al trabajador.
Ahora, el TSXG declara inalterables los hechos probados en primera instancia, reconoce la naturaleza laboral de los servicios del asesor fiscal, y concluye que lo alegado por la Cámara "en ningún momento se establece". Es más, considera como elementos probatorios de dicha relación laboral, que el trabajador llegó a ser nombrado secretario de la Comisión de Comercio Interior cuando ésta estaba presidida por Juan Carlos Parada, vocal del actual Comité Ejecutivo.
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