3. La "Nueva Medicina": El Colegio de Médicos de Ourense en la Guerra     Civil y Posguerra
 

Es difícil responder a las cuestiones planteadas por los historiadores profesionales [1] que estudian el franquismo en el sentido de analizar los cambios y las continuidades en las élites de poder de las diferentes administraciones del “Nuevo Estado”. Entre ellas podemos incluir desde luego al Colegio Médico. Hoy por hoy la historia del Colegio Médico de Ourense, presenta importantes lagunas en estos años de la Guerra Civil y la posguerra. Trataremos de aportar alguna luz en las próximas líneas.

Justo unos días (finales de Junio de 1936) antes de iniciarse la Guerra Civil, se celebran elecciones en el Colegio de Médicos de Ourense, presentándose a las mismas: Presidente (Manuel Peña Rey), Vicepresidente (Dr.Velo Castro [2]), Secretario (Leoncio Areal Herrera), Tesorero (Antonio Vázquez de Parga), Vocal 1º (Celso Moreiras Neira), Vocal 2º (Dr.Courel). Todos toman posesión de los cargos a excepción del Dr.Peña Rey quien presenta su dimisión por motivos de salud. Ya no da tiempo a nada más pues se inicia el “Glorioso Movimiento Nacional” (sic) y la siguiente sesión se celebra el 18 de Agosto de 1936. En dicha sesión se decide que sea Presidente el primer vocal electo ya que el vicepresidente reside fuera de la capital. El nuevo presidente será Celso Moreiras Neira. En sesión del 29 de Septiembre de 1936 sustituyen el cargo de Tesorero, y en vez de Vázquez de Parga asume el cargo el Dr.Rodríguez de Dios. Se explica esta sustitución señalando que el Dr.Vázquez de Parga (expedientado y destituido de su plaza en el Hospital Provincial) se había ausentado de la ciudad ignorándose su paradero y su residencia (“Boletín del Colegio de Médicos de la provincia de Orense”).

A la vista de lo expuesto parece que desde luego las cúpulas visibles del organigrama vinculadas a la política republicana (centroizquierdista-galleguista), véase el Dr.Peña Rey y el Dr.Vázquez de Parga, quedan borradas. Sin embargo, no puede hablarse de una intervención directa de los nuevos gestores del Glorioso Movimiento Nacional (GMN) en la primera directiva surgida en el llamado pomposamente “Primer Año Triunfal”.

La directiva con el Presidente Celso Moreiras Neira, y el Secretario Leoncio Areal Herrera llegará hasta finales de 1939, momento en el cual sí que se nombra una nueva directiva desde la Dirección General de Sanidad del Ministerio de Gobernación. Se desconoce la adscripción “política” de estos miembros de la directiva aunque podemos aventurar algunas hipótesis.

La nueva directiva del Colegio de Médicos de Ourense es nombrada por el Director General de Sanidad en Diciembre de 1939, y presidirá la misma el Dr.Andrés Vivanco Bengoa. Este prestigioso neumólogo y tisiólogo será el presidente del Colegio hasta 1944.

En este primera directiva nombrada tras la Guerra acompañarán a Vivanco Bengoa los siguientes nombres: Manuel Bouzo Fernández, Manuel Padrón González, Casiano Feijoo y Argimiro Garrido. Aquí el encuadramiento en el Régimen ya es muy claro, con soflamas patrioteras y nacionalcatólicas en las Actas y Memorias de esos años.

El nombramiento del un tisiólogo (Vivanco Bengoa) al frente del Colegio de Médicos de Ourense en 1939 al poco de terminar la contienda, debemos a su vez encuadrarlo en dos aspectos muy importantes de la política sanitaria franquista del momento.

En primer lugar, la importancia que desde el primer momento tuvo la lucha contra la tuberculosis, que implicó la creación del Patronato Nacional Antituberculoso(PNA) y una enorme maquinaria propagandística en torno a la misma desarrollada ya desde 1937.

Por otro lado, el complicado equilibrio que se dio entre las diferentes “familias” franquistas en su lucha por el poder sanitario, fundamentalmente monárquicos-católicos y falangistas. El control por el Patronato Nacional Antituberculoso controlado técnicamente por la Falange fue un “punto caliente” de esta lucha, y en el organigrama central del mismo figuraban ourensanos como García Boente, o el tisiólogo vigués José Ramón de Castro (hasta 1939). El jefe de Sanidad de Falange en Galiciaera el Dr.Manuel López Sendón, tisiólogo y director del Sanatorio Antituberculoso de “La Choupana”,abierto en Santiago en 1938. Tras varios cambios del organigrama ministerial, el PNA queda asignado definitivamente en 1941 a la Dirección General de Sanidad, dirigida por Alberto Palanca desde 1938 y ligado al sector militar-católico rival de la Falange.Suponemos que esta primera directiva del Colegio Médico de Ourense es representativa de esas tensiones y equilibrios. La primera gran intervención sanitaria del Nuevo Estado en Ourense fue la apertura del Sanatorio Antituberculoso de Piñor inaugurado personalmente por el dictador Franco en 1949.

Esta directiva del Colegio de Médicos presidida por Vivanco Bengoa será la encargada de gestionar la depuración política de los colegiados médicos de Ourense que se realizará al menos entre 1939 y 1943 . Los Comités de Depuración funcionaron en todos los estamentos profesionales e instituciones en la posguerra consolidando el poder del Nuevo Estado franquista. Según describe el cirujano catalán Broggi (2001) quien fue depurado en la posguerra e inhabilitado durante diez años, los comités de cada centro dependían de un comité superior, el cual en Barcelona estaba relacionado con el del Colegio de Médicos, que comprendía todo el ámbito sanitario y después para casos importantes, venían ya los tribunales militares que actuaban con carácter sumarísimo. En Cataluña [3],

 

“el asunto de las depuraciones resultó un tanto rocambolesco y afectó a alrededor de un 10% de los médicos colegiados en 1936. Se depuraba en los ambitos más diversos, desde el Colegio y desde las Instituciones oficiales hasta las esferas privadas; y se hacía bien por haber tenido una significación política notable o por denuncia. En ocasiones, significaba la pérdida de una plaza oficial aunque el profesional podía continuar con la práctica privada, pero otras veces no se le permitía colegiarse, cosa que era imprescindible para el ejercicio privado. Cabía también un certificado de adhesión al Régimen para ocupar una plaza vacante o de nueva creación. Con frecuencia, no coincidían los dictámenes de las diferentes instituciones” (REVENTÓS et al, 1991: 28-29).

Recientemente hemos podido acceder a los libros de Actas del Colegio de Médicos de Ourense, abarcando desde 1939 hasta 1943, que fueron los años más duros en toda España en los referente al capítulo de depuraciones. A continuación ofrecemos algunos datos acerca de los médicos a los cuales desde el Colegio Médico se les abre Expediente de Depuración y se les nombra un Juez Instructor del mismo (que era otro médico colegiado), en virtud de la Orden del Ministerio de Gobernación de 1939. La relación que figura en las actas de las reuniones de Junta del Colegio del mes de Diciembre de 1940 son los siguientes, muchos de los cuales ya habían sufrido penas de cárcel, despidos, etc.. en los años previos:

 

•  Antonio Vázquez de Parga

•  Claudio Movilla Carneiro

•  Perfecto Hervella Gómez

•  Camilo Feijoo Álvarez

•  Julian Bravo Pérez

•  Juan Martínez Neira

•  Manuel Peña Rey

•  Luis Yánez Bermúdez

•  Julio ¿Alonso? Estévez

•  José Meixengo Pereira

•  César Rodríguez

•  Vicente Pérez Vázquez

•  Félix Lamas Quesada

•  Miguel Plaza Dieguez

•  Juan M. Arias Jares

La resolución y tramitación de los informes de los Jueces Instructores de depuración se prolongará hasta 1943 (último año que se ha podido consultar). Hay que señalar que por lo consultado hasta el momento, la depuración profesional de los médicos ourensanos de los años consultados no termina con grandes sanciones o resoluciones, al contrario que lo ocurrido con otros cuerpos como los docentes. Esto hay que colocarlo en el marco de lo que señala Alicia Alted (ALTED, 2001) quien apunta que los profesionales y cuerpos de funcionarios muy especializados (carrera judicial o diplomática) que fueron depurados tuvieron un trato más benévolo por la dificultad de su sustitución en un momento de autarquía, hambre y precariedad extrema a muchos niveles. Pese a todo lo señalado, hay que recordar que la depuración profesional fue una faceta más de la represión ejercida por los nuevos dirigentes, con importantes repercusiones en el plano profesional y psicológico de quienes las sufrieron en sus carnes.

[1]  Señalar los trabajos de NICOLÁS MARÍN (1999) dentro del monográfico sobre “El Primer Franquismo” o los de GRANDÍO SEOANE (2000:p93-143) en A Coruña, ó de María Jesús SOUTO BLANCO (1998, 1999) para el caso de Lugo.

[2]  El Dr.Velo Castro, de Cartelle, era el padre de Carlos Velo, el cineasta y militante galeguista exiliado en México.

[3]  REVENTÓS et al (1991).