Mientras la contestación a la medida de las autoridades sanitarias de Ourense de cerrar el 30 de noviembre el paritorio del Hospital Comarcal de Verín sigue en aumento, el gerente del Área de Xestión de Ourense, Verín y Valdeorras, Félix Rubial, insistía este miércoles en varios medios de comunicación en que la "solución" administrada se ha tomado "con criterios técnicos, non políticos". Rubial, afirmaba, inasequible al desaliento, que "eu creo que os criterios técnicos deben prevalecer sobre os criterios políticos", aunque la delegada de la Xunta de Galicia, Marisol Díaz, ya había calificado lo expresado por el responsable de la EOXI en otro medio de comunicación de "un titular desafortunado".

Con el paso de las horas el asunto transciende más allá del ámbito únicamente técnico en el que las autoridades médicas quieren situar la decisión, y el propio Félix Rubial reconocía este miércoles tal proyección al tiempo que insistía en que, "si a vista dos informes dos xefes de Pediatría e de Xinecoloxía, do Colexio de Médicos e do que se establece noutros estudos mantivéramos os partos en Verín, estaríamos incurrindo en graves irregularidades". Más aún: "estaríamos incurrindo nun risco que ningunha autoridade pode asumir". Y recalcó el gerente de la EOXI: "eses criterios nos obligan a evitar riscos para a nai e, sobre todo, para o neonato. O que non podemos permitir é que ocurran situacións irrecuperables".

Xerencia de la EOXI de Ourense, Verín y Valdeoras dice asumir que la medida es impopular: "Entendo a impopularidade da medida", admite Félix Rubial. Lo mismo que asume que desde un punto de vista técnico y profesional (el suyo) esto no tiene por qué importar, incluso al contrario: "si solo tomásemos decisións con criterios populares seguramente sobraríamos". Pero, por otra parte, reconoció el gerente de la EOXI que "outras forzas aproveitan para desgastar". De lo que resulta que ahora mismo le urge a Xerencia de Xestión de Ourense, Verín y Valdeorras el respaldo político de quienes hasta ahora no se han pronunciado, el conselleiro de Sanidade e, incluso, el del propio presidente de la Xunta, Núñez Feijóo. Almuiña y Feijóo se colocan de perfil, al menos por ahora.