La legalidad suele conducir a la optimización de los recursos, pero a veces lo legal tiene sus inconvenientes. Es lo que se venía a decir en el Concello de O Barco este jueves, cuando se recalcaba que la playa fluvial de O Barco es la única que en todo Valdeorras tiene tal categoría y cualificación. Luego la única sujeta a controles exhaustivos de las aguas en estas épocas del año.
De tal modo que es posible y pudo haber ocurrido, que las aguas del Sil con iguales o análogos índices de contaminación fecal fueran utilziadas para el baño en aprovechamientos de otros concellos valdeorras que se ubican cauce abajo.
Allí no hay tales controles. Y si los hay, son mucho más esporádicos y menos exhaustivos.

La playa del Malecón barquense arrastra desde hace años rémoras como las de continuos vertidos de pizarreras o vaciados de los embalses que se producen cuenca arriba.
Desde el Concello se insiste en que el Gobierno municipal ha desarrollado una "especial sensibilidad" por lo medioambiental, y se recuerda que hace meses el alcalde recogió en Madrid las cuatro banderas verdes que le fueron concedidas al Concello de O Barco de Valdeorras.
Y también se admite lo que el portavoz del PP, Moisés Blanco, denunció: que a día de hoy siguen existiendo vertidos fecales, 10 o más, en la villa al Sil.
Pero se le recuerda al PP que está pendiente la construcción de la nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales, EDAR, con una inversión presupuestada en 1,8 millones de euros y cuyo convenio se firmó en el mes de abril pasado.

Mientras la nueva EDAR no entre en servicio "no será posible erradicar esos vertidos", se asegura en el Concello. Y se afirma que de la situación sabe Fomento en Madrid, la Confederación Hidrográfica en Ourense y, debería saber también el recién creado Consorcio da Auga de Valdeorras.
Precisamente la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil que preside Francisco Marín, es el organismo de cuenca encargado de salvaguardar la integridad de los ríos, luego velar porque los episodios de vertidos de este tipo no se produzcan. Pero, a lo que se ve, no lo logra en O Barco como tampoco lo logra en la capital ourensana, donde para muestra está el Barbaña.
El otro organismo gestor de las aguas es el recién creado Consorcio da Auga de Valdeorras, cuya creación, elaboración de estatutos y composición anunció a bombo y platillo y gestionó personalmente el titular de la Deputación y presidente del Consorcio, Manuel Baltar.

Ahí radica buena parte de la indignación que han producido las declaraciones del portavoz del PP en este Concello y diputado autonómico, Moisés Blanco, a quien los concelleiros socialistas del Gobierno de Alfredo García, alcalde, le suponen lo suficientemente informado "y listo" como para saber que otros organismos están en materia de vertidos por encima del Concello barquense.