Xurxo Rodríguez Méndez, alcalde del BNG de Castrelo de Miño desde 2007, dejará la alcaldía y el Concello a la conclusión de este mandato para reintegrarse a su puesto de trabajo del que, según él dice, se encuentra en "excedencia forzosa" desde que fue elegido como alcalde. Es decir, los últimos 3 mandatos, 12 años, en los que ha estado como alcalde y gobernado este Concello con mayoría absoluta. "Sempre tiven moi claro que exercer cargos públicos ten que ser un camiño, e nunca un destino" afirmó Rodríguez Méndez al anunciar este jueves su cese como alcalde a la conclusión de este mandato. Y recordó que el testigo ya lo recibió de quienes le precedieron, los también nacionalistas Antonio Perez Villar y Alfredo Fernández Rodríguez, según afirmó.

Su relevo, la persona que encabece por el BNG y aspire a relevarle manteniendo el Gobierno y la alcaldía en esta fuerza, no se conoce porque saldrá de un proceso interno que ahora tiene en marcha el partido, según afirmó Rodríguez Méndez. Sea quien sea, dijo, "a nova persoa que opte á alcaldía vai ter todo o meu apoio nesta próxima campaña electoral, onde estou convencido de que os veciños e veciñas de Castrelo de Miño lle voltarán a dar o seu apoio maioritario ao BNG". Concluyó con un balance de gestión que calificó de "positivo", y que, recordó, se asentó fundamentalmente en tres objetivos o apostas: el bienestar, el río Miño y la viticultura.

De hecho, el Concello de Castrelo de Miño es el único de la provincia que dispone de un concelleiro asignado a la gestión vitivinícola (5 horas de dedicación mensual). Es uno de los 4 concelleiros con dedicación parcial al Concello, además del alcalde que dispone de dedicación exclusiva. Los vecinos pagan en salarios a su gobierno municipal casi 5.400 euros al mes, 75.000 euros al año, de los que 40.000 corresponden al regidor municipal.