Bueno pues ahora le toca el turno al BNG Y PP, puesto que fueron los dos partidos que subieron en votos con referencia a las de hace cuatro años.

En lo que respeta la BNG, sus expectativas y comentarios anteriores a la votación real eran superiores a lo que resultó finalmente si miramos la diferencia de papeletas que entraron en las urnas. Esta diferencia fue tan sólo de 90 votos. No cabe duda de que subieron. A primera vista podría parecer que esta diferencia, tampoco es para tanto, pero las cosas hay que mirarlas desde otro punto de vista, puesto que si lo extrapolamos al descalabro del BNG en todo Galicia, también aquí cabría una bajada en número de votos bastante importante. A ese descenso también habría que añadir la posibilidad de algún voto que pudiera escaparse a alguna de las listas de los independientes. Me atrevería a decir que, con todo esto, sus cifras se moverían en unos 500 votos menos. Si frente a esos se valoran los 90 a favor logrados el pasado 22-M, puede estar orgulloso el amigo Amador, puesto que de un -500 pasó a un +90. Enhorabuena.
Luego podrían valorarse casos como los resultados del referente nacionalista en la comarca y senador, Pérez Bouza, cuyos resultados en su propio concello han dejado mucho que desear.

Sobre los resultados del PP existen numerosos comentarios. Decía una vecina, que desde ese día se encontraba con otros conocidos que criticaban a menudo los resultados. Ni corta ni perezosa, contestaba: ¿resulta que ahora nadie votó al Chavelleiro?. Pues eso, las cosas son como son y los resultados fueron los que fueron y hay un ganador, por mayoría absoluta, que es el PP, o el Chavelleiro, aunque él siempre dice que esto es fruto de un equipo, que uno solo no lograría nada. 
También aquí haciendo los números al igual que en el caso del BNG, tendríamos que decir que no solo superó en más de 200 votos los que hace 4 años logró el todopoderoso Isáac Vila, sino que hay que contar también los 1.000 votos que reunieron las candidaturas independientes, de los que el 90% corresponderían a su partido. Mayor éxito supone entonces haber conseguido estos resultados.
Otros ponen en duda las prácticas para conseguir tantos votos, pero lo que sí quedó claro es que aquel electorado que otras veces se quedaba en casa fuera a votar en esta ocasión. Todo el mundo quiere eso, que la ciudadanía participe y eso hicieron hasta llegar casi al 90% de la población.

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