Difícilmente Baltar Blanco podrá explicar la cuadratura del círculo. Lo que no puede ser no puede ser y además es imposible.
6,6 millones de euros en un Presupuesto de 71 millones son el 9,3% del gasto presupuestario de 2012. Con un presupuesto que se pule el 41% en Personal y un 23% más en Gasto Corriente (teléfono, papel, luz, agua y zarandajas supuestamente menores), lo que hace un total del 64% del Presupuesto (más de 45 millones de euros), no es de recibo que se recorte sólo en servicios que se reconoce que funcionan porque le interesan a empresas privadas.
Tampoco que se suspenda la actividad formativa de un centro emblemático como ha sido la Escola de Artes y Oficios. ¡Hasta aquí podíamos llegar!, ¿para cuando los autobuses urbanos dejarían de funcionar si no fueran rentables?, si es que ya no lo son... Por ejemplo. ¿Acaso todo lo público ha de medirse sólo por su rentabilidad?...

Luego Baltar Blanco dice que será capaz de generar 8 millones de ingresos en las arcas provinciales. Es decir, 1,4 millones más de lo que es preciso. Es decir, superávit. De los cuales dijo que sólo 2 millones son ahorro, el resto generación de recursos.
Luego, se concluye, lo que no funciona es capaz de generar. Luego la clave es que está mal gestionado.
El Plan tiene lagunas, como mínimo, aparentes. Aunque es posible que los que llevan tantos años pidiendo que se cierre el Centro Ecuestre de Antela no sean capaces de leer aquí más allá de un xa o decíamos nós, en vez de hallar o haber hallado el cómo unos cuantos hicieron el negocio de su vida a costa de una nefasta fiscalización de la gestión de los recursos. De lo que el anterior presidente tiene bastante culpa, por cierto.

No hay razones para confiar en que, de repente, a la oposición, PSOE y BNG, les vaya a aparecer la luz que llevan años sin tener. Quizá sí sean capaces de reparar en que sólo por criterios de rentabilidad se pueda pulir el trabajo labrado durante años por los profesores de la Escuela de Artes y Oficios de esta Deputación. Pero esto lo ve cualquiera. Mientras, por contra, se deja al margen de cualquier medida la realísima Banda de Gaitas de la Deputación, por ejemplo, que, pese a los tiempos de crisis, muy bien pudiera seguir viajando a donde se tercie.
O ese 15% en el que Baltar Blanco cifra la reducción del endeudamiento de la Deputación al final de este mandato, frente a un 100 y pico por ciento (ya no se bien) en el que se halla actualmente, pecata minuta.
O ese 13% en el que ha cifrado el "recorte drástico", dijo, que aplicará al personal eventual contratado.

Manuel Baltar se arroga el rescate de los 92 concellos de esta provincia de menos de 20.000 habitantes, cierto, pero lo hace sin cambiar en lo sustancial la institución que dirige y, mucho menos, corregir los vicios heredados. Su Plan es, en realidad, una pura operación de marketing. En la que mueren unos pocos servicios y centros no más culpables, sino al contrario, que otros.
Pero seguro que cuenta con el inestimable aliado de una oposición que está muy lejos de ver la esencia de este montaje.
Y todo seguirá igual.

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