Tiempo de humildes y sensatos

 
Por PEPE D.
 
 
 
 
17 de ABRIL de 2012: OURENSE DIXITAL

Puede que no sea el abismo, pero es una medida de alcance y sienta un peligroso precedente en la función pública. Hace ya unos días que Xinzo de Limia se ha convertido en el primer concello de los 92 de esta provincia que plantea un ERE, Expediente de Regulación de Empleo en estado puro, para 25 trabajadores laborales. Es decir, el a la calle...
Y eso nunca es bueno.

Puede decir (y dice) el alcalde que Xinzo necesita ahorrar, que sólo es sustancial (y por ello eficaz y sirve) reducir el gasto. Que la subida de impuestos y tasas ya no da más, y que el negocio del ladrillo ha caído hasta dejar en las arcas del Concello un vacío de un millón de euros/año.
Pero Antonio Pérez tendrá que admitir que, no por ello, un ERE es una medida traumática, dramática para quienes han de sufrirla y aún más en los tiempos que corren, y que es muy probable, casi seguro, que cualquier otra medida que logre evitarlo será un bálsamo.

Pueden decir (lo dicen ya y lo volverán a decir en la Mesa de Negociación) los sindicatos que no es justo que la mala gestión de los políticos la paguen los trabajadores. Tan cierto como que lo decimos todos los que, al menos, no somos políticos. Pero no es menos cierto que muchos de lo que hoy son trabajadores fueron un día colocados a dedo por esos políticos, y que, igual que con su mala gestión los políticos son los primeros responsables de lo que pasa, también esos trabajadores colocados a dedo son el problema o, como mínimo, parte de él.
Una situación corrompida ininterrumpidamente desde hace tantos años, da para extensos análisis y un sinfín de reproches. Sería bueno que ambas partes de la Mesa llamada a negociar lo tuvieran en cuenta.

Lo mismo que el alcance político y sindical para quienes van a llevar la voz cantante del proceso.
Antonio Pérez, el alcalde de Xinzo de Limia, debería asumir que a partir de este martes se convierte en el primer alcalde de esta provincia que puede lograr salvar un ERE. Una posibilidad que le concede el sólo hecho de que nunca nadie planteó tal medida en ninguna administración local de esta provincia. Por lo que ni el veterano José Luis Baltar podrá nunca presumir de algo así.
Luego están los no pocos intereses puramente políticos que subyacen en las situaciones de este tipo, para los que el Concello de Xinzo es un granero de conspiraciones y la traición el diario entretenimiento.

En el otro bando, Anxo García Torres, referente indiscutible de la CIG en Verín y Xinzo, es un sindicalista demonizado por la clase política de toda la comarca de A Limia, y, aunque defendido por los suyos, también cuestionado por otras fuerzas sindicales.
A sus espaldas se ha echado la disolución de la Mancomunidad de Concellos de A Limia, y después el cierre de Vidriera del Atlántico. No digo yo que fuera él, sólo que en A Limia y en muchos otros lugares de esta provincia lo dicen muchos.
También para él esta puede ser una buena ocasión de salvar el ERE diseñado para el Concello de Xinzo, y demostrar que su presencia en un problema no equivale necesariamente a una salida dramática.

En tal situación, nadie está para llegar este martes a esa Mesa ufano de ánimos y sobrado de fuerzas, sino al contrario. Los hechos y la lógica imponen la humildad, primero, y la sensatez a continuación.
Siempre pierde más quien más tiene que perder. Si hay ERE serán los trabajadores. Pero no serán los únicos.
Incluso puede que gane el Concello. Pero perderá Xinzo.

peped@galipress.com  

 
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