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A todo o nada
 
Por GRINGO VIEJO
 
 
 
28 de MARZO de 2011: OURENSE DIXITAL

La fuente era muy buena, de peso y solvencia, y aseguraba hace unos días que la tregua había llegado, que Santiago había decidido reconducir su postura: fin a las hostilidades y aquí todos a una, Santiago y Ourense, y a chuzar por el partido en las municipales que se avecinan.
Pese a ello, uno decidió mantener en la nevera este presunto cambio de postura y talante, recordando que hace ya hace unos cuantos meses unos cuantos alcaldes del PP ourensano aseguraban que el PP de Ourense les había dicho lo mismo, que ahora todos eran uno, un sólo partido y unos únicos intereses.
No es así. O, al menos, sigue pareciendo lo contrario.

Baltar lo dejó claro el sábado pasado cuando advirtió de que aquí sólo se puede estar con ellos o contra ellos, y que el sólo hecho de estar en el PP no es suficiente porque no clarifica nada. No es lo mismo estar con el PP de los Baltar que estar en el PP y pretender abstenerse de comulgar con el padre y el hijo.
No es tanto valorar si el PP de Ourense es el PP de Galicia, no es necesario, huelga con ser más prácticos: si eres de los Baltar eres del PP, al menos de momento, pero no por ser del PP tienes que ser de los Baltar. Y los Baltar pretenden ahora ponerlo difícil: por muy legítimo que pueda parecer ser imparcial a este respecto, en Ourense no vale, o estás con ellos o estás contra ellos.
Ese es el matiz, y esa la diferencia. Así de crudo, a los Baltar les gusta siempre apostar fuerte.

Baltar padre sabe mucho de esto. Y recuerda cuando los Centristas preparaban las credenciales que presentar al Partido Popular antes de tomar el PP en Progreso. Se jugó entonces contra, no con el PP, y salió bien: primero se peleó duro, puerta a puerta, boca a boca, y luego se sumaron los resultados de las urnas. La operación fue perfecta, la suma dio unos resultados excelentes que aplastaban a todos los demás.
Pero ni ahora es hace veinte años, las municipales de 1991, ni el caso es, ni por asomo, siquiera parecido. A Baltar padre le gustaría, pero seguro que sabe muy bien que ni siquiera tiene el menor parecido. Por eso nunca ni siquiera lo ha evocado.

Cuando Baltar padre advirtió este sábado de que hay mucha traición y trabajo solapado puerta a puerta y concello a concello de los de esta provincia, se refería también al PP de Galicia, estaba recordando lo que ocurrió en las semanas previas al Congreso Provincial del PP del 30 de enero de 2010, y sí estaba aludiendo directamente a lo que vuelve a ocurrir en esta provincia.
Entonces, aquel trabajo de zapa logró situar una mayoría inicial aplastante del hijo sucediendo al padre en un 60-40 llegado aquel 30 de enero, a diez puntos de equilibrarse la balanza.
Un vuelco así en las urnas el próximo 22 de mayo podría suponerle también al padre muchos problemas para renovar en la Deputación.
Por eso cuando el sábado habló Baltar Pumar no lo hizo sólo el padre del hijo y el ex presidente del PP de Ourense, sino también el candidato a revalidar la presidencia de al Deputación de esta provincia.
Y por su boca dejó muy claro que o se está con ellos o se está contra ellos.
Claro y alto por dos razones: porque los hechos están ya contrastados (véase, sino, A Limia), y porque los Baltar se la juegan como nunca.

E insisto: aunque sólo mencionó los casos de Xinzo, Os Blacos y la capital, obviando otros cabreados que han registrado siglas también en Melón, e Gomesende, en Amoeiro y más recientemente en Boborás, el mensaje de Baltar también va para Santiago.

 
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