Modelos de políticas de recortes: más crispación

 
Por ELVIRA CUADRADO
 
 
 
27 de JUNIO de 2011: OURENSE DIXITAL

Ya tienen todos sus poltronas y sus asignaciones económicas. Empiezan ilusionados una nueva legislatura aunque muchos de ellos ya son conscientes de que la cosa municipal les quitará el sueño. Se acabaron los raudales de euros que dio el ladrillo y el espejismo generado por los dos fondos estatales (2009 y 2010) del Plan E. Habrá que devolver al Estado parte de los anticipos del ejercicio 2008 y además se producirá una merma de ingresos por la menor actividad económica y aumentará el gasto social.

Así que nos encontramos en la antesala de un histórico espectáculo de recortes en el ámbito local.  Los ciudadanos percibirán los tijerazos de forma más directa cuando no más personal por la proximidad de los gobiernos locales. Los regidores adoptarán diversos modelos de esa política de recortes. Habrá numerosos debates y todos, tanto gobernantes como opositores, extremarán su populismo con falacias, propuestas ilógicas o de materialización imposible y verdades a medias. 

Además, el contexto de post primarias, motivará a algunos dirigentes locales a elaborar unos presupuestos oscurantistas para no desvelar necesarias pero impopulares medidas que puedan afectar a sus respectivas bolsas de votantes de cara a las elecciones generales. Lo único que sí podremos conocer con cierta exactitud es si suben los tributos municipales y cuánto pues por imperativo legal aquéllos deben fijarse antes del 31 de diciembre.   

Por eso quizá haya más argumentos crispantes que verdadero debate. La anécdota de los 3.000 euros del maletero del coche oficial de la Diputación para un donativo de origen oscuro -¿público o privado?- en plena campaña electoral nos muestra una provincia sin un atisbo de cultura en materia de control y exigencia de transparencia a los poderes públicos: por eso Baltar pudo hacer esa machada. Hasta podría pensarse que estaba todo

En cualquier caso, la situación de crisis, la escasez de recursos y la amenaza de recortes sociales imponen más que nunca la transparencia. Los políticos locales no deben olvidar que gestionan nuestro dinero y que todo lo que hagan nos afecta. No nos interesa mucho, por ejemplo, que se haya duplicado el número de beneficiarios del Comedor sobre Rodas que sostiene el concello de Ourense. Nos gustaría saber cuánto nos cuesta a los demás ciudadanos, qué criterios objetivos se utilizan para el reparto de ayudas, y si éste se ajusta a necesidades sociales y de renta reales o es más del café para todos.  

Tampoco tiene mucho interés la entrega de diplomas que estas últimas semanas ha realizado la consellería de Traballo a los alumnos de los obradoiros. Y mucho menos  el número de fuentes y merenderos recuperados a gusto del alcalde de turno. Sin embargo, nos falta el dato de cuántos empleos se han creado con esos miles de euros destinados a políticas activas de empleo, esas respecto a las que Núñez Feijoo dice no tener competencias. Paradójicamente, el delegado del ejecutivo autonómico, Rogelio Martínez, le dio al bombo y al platillo cuando anunció la creación de empleos en los municipios donde presentó la puesta en marcha de eso obradoiros. Pero dudo mucho que algún día tengamos datos de los niveles –reales- de inserción laboral de los alumnos de la formación ocupacional y de los talleres de empleo y muchos menos de los costes por alumno.

Es la falta de transparencia en el asunto del plagio materializado por profesores del campus de Ourense la que está haciendo mella en el prestigio de la Universidad de Vigo y, por extensión, en todos los miembros de su comunidad universitaria. Y es el silencio sobre los motivos del cambio de sistema de reparto de dedicaciones exclusivas y de asignaciones a grupos municipales en el concello de Ourense el que alienta las dudas sobre la ausencia de intencionalidad de perjudicar a DO, un grano en el sistema partitocrático con vocación a ocupar el tradicional papel opositor de los bloquistas.   

Más clara ha sido la concejala de Urbanismo, Aurea Soto a la hora de frenar la ansiedad de los representantes del ladrillo y de sus adláteres que quieren edificar sin un PXOM en vigor. Les ha tenido que recordar que prevalecerá la seguridad jurídica y que han sido precisamente los intereses particulares los que han colocado han llevado a esta ciudad a la situación de máximo desastre urbanístico: la anulación del planeamiento urbanístico y la entrada automática en vigor otro elaborado hace 25 años.

La contundencia de la concejala Soto me da cierta confianza que decae cuando la solución definitiva está en manos de quien debía vigilar que el PXOM se ajustara a la legalidad, a saber, la Xunta. Por eso tampoco tengo la menor duda de que los especuladores merodearán en torno a la Consistorial y la consellería Medio Ambiente y Territorio: presionarán para mangonear y hacerse con un hueco en los planos de esas futuras normas provisionales. Si lo consiguen, el potencial de plusvalía será muy superior al que tuvieron con el PXOM pues sus proyectos urbanísticos se desarrollarían sin la concurrencia del resto del suelo urbano o urbanizable. Así que sería deseable que ni la excusa de unas depauperadas arcas municipales ni ninguna otra justifiquen la mínima cesión a los intereses de quienes nos han metido en esta ya fangosa crisis.

También clara y contundente ha querido ser la Santa Iglesia al mantenerse firme en la aplicación de su sistema de incompatibilidades. El sacerdote Antonio Iglesias no podrá ejercer hasta que el Obispado analice su renuncia como concejal del PSOE. De momento, la postura eclesial ha permitido a Piñor tener su propio club de indignados.

Y Baltar se ha echado una semana tranquila, sin declaraciones ni lecciones de democracia, quizá todavía afectado por el reciente y particular acoso al que le sometieron en su día los indignados. Sí ha desarrollado una frenética actividad en ese golpe de mano en el CD Ourense provocando que Juan Pérez aceptase voluntariamente la invitación a dejarle la presidencia a uno de los pocos escuderos que le quedan a Baltar y alcalde de A Peroxa, Manuel Seoane. El club iba bien después de haber dejado un rosario de impagados gracias a la operación concursal y hasta daba beneficios en los últimos años.  Por eso preocupa que las asambleas del club se hayan sustituido por reuniones con Baltar y que los nuevos directivos sean ex miembros de un fracasado proyecto deportivo promovido en su día por la misma Diputación.

 
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