Los primeros sondeos sobre las elecciones locales han amenizado esta semana. Todos se muestran muy contentos. El BNG hace su castillo de naipes sin contar con vientos judiciales. Rosendo Luis Fernández, el candidato de los Baltares, asegura que le dará la vuelta a los resultados, que cuando se ponga... Además, el presidente Núñez ya ha ordenado convertir esta provincia en el helipuerto de los conselleiros aunque vendrán sin cartera. A ver si por lo menos no se olvidan de traernos cada uno esa simple tabla con tres columnas: concepto, inversión presupuestada en 2010 en la provincia y, tercera columna, porcentaje de esa inversión que se ha ejecutado en 2010. Es muy sencilla de hacer; hasta podría uno de esos altos cargos sin titulación.

Y es que en una extraña alianza, PP y BNG han acordado que pueda haber altos cargos a los que no se les exigirá ninguna titulación superior. No me encaja en el caso del PP por lo del Teorema de Fraga: un pariente próximo de un cargo orgánico del PP tiene más capacidad –quiero pensar que se refería sólo a todo lo relacionado sólo con el intelecto- que un no emparentado, ya sea sanguínea o políticamente (en el sentido jurídico, por supuesto).

Mientras la Novacaixa suelta lastre para sortear las tormentas creadas por eso que llaman los mercados y que nadie sabe qué es, no dejan de parpadear las luces rojas de alarma por el agujero inmobiliario del sector crediticio. Los naturales aliados (cuando no socios) de los especuladores –los inmobiliarios- siguen repitiendo la cantinela de hace tres años: los pisos ya no van a bajar más, hay que comprar ahora. “Ahora es un buen momento para comprar” decía el presidente de la Asociación de Inmobiliarios de Ourense (ADEIDO), Benito Iglesias, (bróker inmobiliario como lucía en su anterior sitio web) en el titular de una entrevista publicada el 16 de septiembre de 2008 por el diario La Región.

Menos mal que nadie cree ya a los predicadores del ladrillo. Como no coló, ADEIDO intentó extender el inmobiliarismo a las zonas rurales con la excusa de la rehabilitación y con la cobertura –luego parcialmente frustrada- del Colegio de Arquitectos. A algunos alcaldes les caía la baba ante el espejismo de recuperación de la población después de décadas dispersando y ahuyentándola hacia centros urbanos.  Pues ocurrió que muy genial debió parecerle al PP ourensano esa genial iniciativa que su presidente, Benito Iglesias, pasó a formar parte del equipo de Baltar Jr. Bueno, en realidad fue la justa contraprestación por haber generado varias fotografías del hijo de Baltar con alcaldes en esa absurda campaña de buscar negocio inmobiliario en el ya deteriorado medio rural.

Baltar sigue empeñado en que el Edificio Simeón se parezca cada vez más al Corte Inglés –ordenanzas trajeados que te dan el coñazo porque se aburren- aunque para ello tenga que reducir los gastos del Patronato Provincial de Turismo. Tantos años de funcionamiento -¿funcionó alguna vez?-, tantos folletos, tantas excursiones a ferias, tanto Ourense Termal, … pero seguimos ocupando los últimos puestos en número de visitantes y pernoctaciones.

Pero a otros le debe sobrar dinero. La Concellería de Comercio gastará 60.000 euros en corregir un problema no visualizado (como le gusta decir a la candidata bloquista, Isabel Pérez)  en las nuevas instalaciones del Campo de la Feria. El BNG ya no es lo que era o parecía que era. Del marchamo ecologista han pasado a tener como mayor enemigo a los recursos naturales: se le seca el Tinteiro (por desbordamiento de éxito), las termas –su estandarte turístico- hacen agua cada dos por tres y ahora el viento pone en evidencia el poco sentido común empleado en la reforma del Campo de la Feria. Y lo de siempre, ¿tenemos que pagar de nuestro ya menoscabado bolsillo esos 60.000 euros o existe alguna forma de traspasar esa contribución a la firma que diseñó las instalaciones o a la firma que la subcontrató? La respuesta ya está dada: la reforma la hará Gómez y Crespo SL, la misma adjudicataria que la pifió en el proyecto original. Sus motivos tendrán.

La Universidad sigue haciendo gala de su perfil endogámico y ostracista hasta el punto de que la Xunta tiene que tirarle de las orejas y recordarle su obligación de adaptarse sus titulaciones al mundo laboral.  Pero el Gobierno lo entiende al revés: los parados tendrán que estudiar y para motivarlos no habrá expectativa de empleo sino cheques. Hay que alimentar todo ese tinglado de negocios que se cuece en torno a la formación ocupacional y a la continua o, dicho de otra forma, hay que sanear y mantener las cuentas de las organizaciones empresariales y sindicales. Eso sí, tremendo recorte a las plazas de investigación y más material para el programa Españoles en el Mundo.

Y hay que irse preparando. Las eléctricas planean una descarga en nuestras economías con una subida del 10% a partir del 1 de enero. La excusa con el coste de las subvenciones a las renovables, o sea, que estamos financiando esos llamados parques fotovoltaicos y eólicos sin enterarnos. ¿Cuántas acciones me corresponderían de Gas Natural Unión Fenosa o de Gamesa?