No somos tontos
 
Por ELVIRA CUADRADO
8 de NOVIEMBRE de 2010: OURENSE DIXITAL

Me parece bien que nombren a Carballido director general de turismo en el Concello por la técnica dedocrática, una de pocas áreas donde existe algo de innovación en nuestra provincia. Lo que ya no puedo permitir es el insulto –colectivo realmente- proferido por el propio Carballido, con una frase que merece una placa para la puerta de su despacho: “Puede dar la impresión de que el concurso esté amañado pero no es cierto”.

Xosé Carballido ya estaba nombrado antes de ese proceso que ni fue concurso –no concurrió nadie- ni fue público, porque el mensaje estaba claro: tonto el que se presente. Lo único público fue su nominación y, después, unas bases a medida. Cierto que no se presentó nadie pero ese es el objetivo y así se consiguió con muchas plazas entre ellas las de los ex concejales Javier Novoa y Belén Girón, por citar sólo dos ejemplos y no quedarme sin espacio. Y si alguien osa presentarse, le flagelan con ceros patateros que se convierten en avisos para navegantes. La fatalidad hizo que el mismo día de su nombramiento se hiciera pública una sentencia del Tribunal Supremo que anulaba siete nombramientos a dedo en el Gobierno central al no precisar las "concretas disciplinas científicas o académicas" ni "la concreta experiencia profesional" de los contratados.  

También nos quiere tomar por imbéciles el alcalde de Melón, Alberto Pardellas, quien ha tenido que utilizar la táctica –habitual en los políticos cuando están en el banquillo penal- de pasar por tonto. Dice que no sabía que un monasterio originario del S. XII estaba protegido, vamos, que no es capaz de distinguir un galpón antiguo de un edificio histórico. Menos mal que era el máximo regidor de un municipio que existe porque los letreros de camino a Vigo y porque, si no le da otro bajón de estupidez, su Monasterio sigue en pie.

Se reiteran las alarmas porque se sigue recortando en educación y sanidad y porque no llega el dinero para la dependencia mientras se sigue enlosando y empapelando el monte del Gaiás con billetes de euros. Siempre pensé que el particular Valle de los Caídos de Manuel Fraga –ese gran monumento que los espíritus dictatoriales necesitan dejar como herencia visible- era el recinto ferial de Silleda (más de 1.000 millones de las antiguas pesetas enterrados) pero me equivoqué. El único problema es que se fue justo sin siquiera empezar a pagarlo. Esa suntuosidad en el gasto suele generar espejismos de ingresos. Así, el gobierno de Fraga gastó entre 1993 y 1998 más de 500 millones de las antiguas pesetas en buscar petróleo en las costas gallegas. Y ahora la Xunta da vueltas alrededor del llamado Gran Burato para encontrar gas. Si se encuentra, ¿alcanzarán los ingresos para pagar los gastos de construcción y mantenimiento del Gaiás?

Mientras, CEO y Cámara han entrado en la precampaña electoral con un nuevo comunicado conjunto de contenido reiterativo. Sí es nuevo el anuncio de una campaña a favor del AVE soterrado. Días después, el grupo municipal del PPdG amenaza con movilizaciones, o sea, una campaña. Queda así desmentido que haya seguidismo alguno; no es cierto eso que dice el PSdG que las dos organizaciones que dicen representar al empresariado sigan las posiciones del PP. Lo que hay es una estrategia común. Que el hijo del hasta hace poco presidente de la Cámara, Ovidio Fernández, ganase una plaza en la Diputación también desmiente esa falsa acusación de seguidismo y apunta más al sometimiento de una institución que aglutina a más de veinte mil empresarios.
Aunque los empresarios demandan acceso al crédito, menos presión fiscal, reducción de cargas burocráticas, apto a sectores estratégicos, … sus líderes se han enzarzado en la guerra por el soterrado aprovechándose de la falta de transparencia del Ministerio de Fomento. Sin embargo, da la impresión de que Francisco Rodríguez tiene un as en la manga que sacará en los próximos días. De lo contrario, ya sabe a quiénes tendrá de frente y unidos en la campaña electoral.

Terminó la huelga en el servicio municipal de limpieza. Bajada de pantalones del concello y de la concesionaria y bocanada de aire fresco para el sindicalismo y para ese bien escaso que es la solidaridad. El alcalde, Francisco Rodríguez, destacó en su valoración el civismo demostrado por los ciudadanos aunque éstos han tenido que sufrir las consecuencias de la falta de tolerancia cívica por parte de la gerencia de la empresa. A ver si a partir de ahora estos cívicos ciudadanos podemos ver ese prometido incremento de la calidad del servicio al menos en la misma proporción que el aumento de las tasas del servicio público.

 
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Xosé Carballido ya estaba nombrado antes de ese proceso que ni fue concurso –no concurrió nadie- ni fue público, porque el mensaje estaba claro: tonto el que se presente. Lo único público fue su nominación y, después, unas bases a medida.
 
     
   
 
También nos quiere tomar por imbéciles el alcalde de Melón, Alberto Pardellas, quien ha tenido que utilizar la táctica de pasar por tonto. Dice que no sabía que un monasterio originario del S. XII estaba protegido, vamos, que no es capaz de distinguir un galpón antiguo de un edificio histórico
 
     
   
 
Lo que hay es una estrategia común. Que el hijo del hasta hace poco presidente de la Cámara, Ovidio Fernández, ganase una plaza en la Diputación también desmiente esa falsa acusación de seguidismo y apunta más al sometimiento de una institución que aglutina a más de veinte mil empresarios
 
     
     
 
 
     
 
 
 
   

 

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