Academia Postal lleva ya muchos años ayudando a los niños y adolescentes de Ourense a enfrentarse a las asignaturas en las que no han logrado el aprobado. Superado el mal momento de las notas, llega la hora de ponerse en clave positiva e intentar que la convocatoria de septiembre sea todo un éxito. El trabajo diario es la clave según los profesores de Academia Postal. Nos cuentan cómo trabajan con los alumnos
 
 
Preparándose para septiembre
8 de AGOSTO de 2009: OURENSE DIXITAL

Ana Feijoo, profesora de Academia Postal, lleva catorce años apoyando a aquellos a los que las Matemáticas se le atragantan durante el curso. No le falta experiencia, ni trayectoria, para asegurar que en los últimos tiempos el nivel de conocimiento de los alumnos es claramente inferior al de sus predecesores en las aulas de recuperaciones del centro. Pero hace un matiz: “Persoalmente non creo que as habilidades dos alumnos sexan menores que anos atrás, pero si o nivel de esixencia”.
En este verano 2009 se repite el esquema de los últimos años. Ana se encuentra con estudiantes con problemas de motivación e interés que provocan que no le dediquen tiempo suficiente al estudio de determinadas materias. Su método, en la línea del que desarrolla Academia Postal, exige asistencia, puntualidad y atención. También, por supuesto, un seguimiento personalizado: “Procuro que me entreguen tarefa por escrito e practicamente saen ó encerado todos os días, ou ben pregunto de xeito oral. Ademais fago exames periodicos. O obxectivo é, por suposto, intentar afianzar os conceptos que considero especialmente importantes e controlar a evolución de cada alumno. Quero pensar que é un xeito positivo de crear un hábito diario de traballo”.

Algunas conclusiones parecidas saca del trabajo en verano su compañera María Vila, que imparte clases de Gallego. Coincide, tras quince años (cuatro de ellos en Academia Postal) en el descenso del nivel: “Hai máis interese polas ‘maquiniñas’. Habilidades teñen abondas pero non as aproveitan. Quizais o día de mañá o boten de menos... Esperemos que non sexa tarde”. Asegura, además, que le sorprende que los alumnos de ESO que acuden al centro tengan como mínimo tres suspensos y que algunos de los estudiantes acumulen hasta nueve asignaturas pendientes. María también insiste, como su compañera, en la importancia del trabajo diario, la puntualidad y la atención. Así, evita neutralizar posibles focos de distracción: “Se teñen máquinas ou móbiles, retírollos”.

Una de las garantías que ofrece Academia Postal es el seguimiento. “Creo que ao levar tanto tempo dando clases aos tres días xa sabes como van facer os traballos salvo sorpresas, que sempre as hai. Pero de todos os xeitos procuro facer un exercicio avaliativo cada semana, nos grupos da ESO para que leven un estudo diario, e en Bacharelato para axudarlles a dividir a materia, que ás veces teñen moita. Estudan por partes e responden tamén atendendo aos contidos revisados na aula”, explica María Vila. Pero la atención personalizada va más allá: “Na segunda quincena de agosto fago probas específicas segundo o colexio e a proba que poidan ter en setembro para que se acostumen”.

Volviendo a los números, Ana Feijoo trabaja con chavales de primero y segundo de bachillerato. Asegura que siempre sería deseable, por parte de los mismos, un mayor nivel de atención que le permitiera, como docente, estar más pendiente de la transmisión de los conocimientos que del comportamiento aunque asegura que, de manera general, el comportamiento es correcto. Eso sí, algunos se merecen un “Necesita mejorar”, al menos en opinión de la docente que se encarga de las clases de Gallego: “Hai desde alumnos que queren comer na aula a outros que te din como tes que actuar cando un compañeiro non trae os exercicios feitos”.

A lo largo de los años estas profesoras no sólo han tratado con los alumnos sino también con sus padres. A las familias que se han encontrado con más de tres suspensos para septiembre les recomiendan que el trabajo sea diario, realizando las tareas propuestas y repasando lo dado anteriormente. Y es que en Academia Postal la atención no sólo se presta a los alumnos, sino también a sus padres, tal y como relata Ana: “Cando os pais veñen matricular ós seus fillos no noso centro, explicámoslles o sistema de titorías do que dispoñemos e pedimos a súa colaboración. Como titora de segundo de bacharelato, observo nos últimos anos unha demanda menor na petición de informes, pero os pais que os piden, fano de xeito recorrente. En todo caso, temos reunións quincenais do claustro de profesores nas que vemos un por un todos os casos, as programacións e o traballo diario e se o consideramos oportuno somos nós quen nos poñemos en contacto coas familias”. En este mismo sentido, María Vila, por su parte, destaca la preocupación de los padres, que en lo que al gallego se refiere también piden informes para conocer el nivel de sus hijos a lo largo del verano.

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