El PP en Ourense sigue en mínimos de voto desde que en 2012 Baltar Blanco llegó a la presidencia del partido
• Con todo lo que el voto porcentual (todavía provisional) favorece al Partido Popular, en las elecciones del 28M el PP solo logró 794 votos más que hace cuatro años en toda la provincia. Los 72.103 votos de Baltar Blanco siguen muy lejos de los 101.995 de Baltar Pumar. Y eso que los de 2011 ya fueron los más bajos del padre |
Un repunte del 2,34% del voto del PP en toda la provincia en los pasados comicios del 28M, no debiera dar para el optimismo de los populares si se tiene en cuenta que se logró a costa de 794 papeletas más en urna. Y menos si se tiene en cuenta que siguen muy lejos del 49,55% de las elecciones en las que el PP concurrió bajo la dirección de Baltar Pumar, las de 2011. Desde los casi 102.000 con los que Baltar Blanco heredó de su padre la Diputación, el voto del PP no ha dejado de menguar en la provincia, aunque este pasado 28M haya conseguido frenar, al menos, la sangría.
Con solo revisar el histórico de los comicios electorales de este siglo en Ourense, se puede concluir que a la llegada de Baltar Blanco a la dirección del partido, los buenos tiempos del PP en Ourense ya no son tan buenos. Se venda lo que se venda a quien esté dispuesto a comprarlo, de 72.000 papeletas ahora a las 118.000 de hace veinte años existe una considerable distancia. Es lo que también refleja el voto porcentual, con ese 40,59% de ahora enfrentado al 52,45 de 2003 o al 53,62% con el que el PP cerró el siglo XX en Ourense.

Nada más llegar José Manuel Baltar a la presidencia del partido y de la Diputación de Ourense, tan claro estuvo que las formas de entender la política y de hacerla cambiarían, como no tardaría en plasmarse en las urnas: casi 6 puntos menos en los primeros comicios del Baltar más joven y 20.000 papeletas menos en las urnas. La pérdida de voto era evidente (no tardó en confirmarse con otras más de 10.000 papeletas menos en las elecciones de siguientes) pero todo siguió igual en el PP de Ourense. Y eso pese a que el relevo del primero de los Baltar no incluyó en su hoja de ruta esforzarse en la tasa de reposición de sus barones, que perpetuó a más no poder. Así que cuando esto le llegó a los más veteranos por imperativo de la edad, el PP siguió perdiendo voto.
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