El Partido Popular tendrá que gobernar la Diputación de Ourense en minoría, tras no lograr 13 escaños en las pasadas elecciones del 28 de mayo. Conformar una mayoría de gobierno tiene esta vez tan pocas dudas, como que el fracaso en los pasados comicios de su presidente y del PPdeOU, José Manuel Baltar Blanco, ha sido mayúsculo. En la sede del partido de la Avda. de Buenos Aires hay tan pocas dudas de lo primero como de lo segundo no se habla.
Ahora como antes la única vía para una mayoría sería la misma: una alianza con Democracia Ourensana. Pero como ahora, 2023, no es antes, 2019, la salida roza lo imposible, si es que no lo es. La erosión y descrédito sobre Pérez Jácome desplegado en las últimas semanas, en lo que el PP no ha estado al margen, aleja cualquier posibilidad, y las elecciones generales (ahora del mes de julio) y las de la Xunta del año que viene, sitúan a Feijóo y Rueda lejos de poder comulgar con la enésima pirueta política de Baltar. Al que ahora no le queda ni la mínima opción de consolación, como en su día fue la ex de Ciudadanos, Montse Lama, defenestrada en una operación de reposición política en Vilar de Barrio.
Todo apunta a que el PP tendrá que asumir gobernar en minoría la Diputación, lo que no es tan mala opción como lo que a Baltar Blanco le disgustará tener que negociar apoyos con el resto de la Corporación Provincial. Ni él ni su predecesor en el cargo, Baltar Pumar, saben de este tipo de gobiernos porque nunca tuvieron que pasar por ello. El ordeno y mando siempre ha estado a su disposición. Pero para eso tampoco el predecesor del actual presidente cometió dos veces seguidas el error que acaba de volver a cometer su hijo.
Escaso esfuerzo y dudoso celo a la hora de ganar el séptimo escaño del PP en Ourense
Baltar Blanco perdió la mayoría de la Diputación en la Zona de Ourense. Es en esta zona que aglutina a 37 concellos (la mayoría de la población de la provincia) y, por ello, que elige 15 de los 25 diputados, donde el PP se ha venido jugando unas elecciones tras otras, gobernar en mayoría la Diputación de Ourense. Hace años que la clave está siempre en el diputado número 7 por la Zona de Ourense: con el 7 hay mayoría, sin él se pierde.
Ocurre porque las seis restantes juntas electorales de zona de la provincia eligen los restantes 10 diputados. Los eligen a razón de dos cada una las de O Carballiño, Ribeiro, Valdeorras y Verín, mientras que Trives y Bande eligen solo un diputado. En los cuatro primeros casos, PP y PSOE se reparten los ochos diputados a razón de uno cada fuerza. Producir cambios resulta difícil, porque la primera fuerza necesita siempre tener el doble de votos, al menos, que la segunda para llevarse los dos escaños. En el caso de Bande y Trives, sendos diputados hace años que son del PP.
Siendo sabedor de esto y habiendo ocurrido ya hace cuatro años, Baltar Blanco no fue capaz de evitar que el PP perdiera en 2023 el séptimo diputado por Ourense. La clave ha estado en los casi 14.000 votos más que consiguieron BNG y Democracia Ourensana. Pero también, sin duda, en el escaso esfuerzo que supone la tímida mejora de voto logrado por los populares: algo más de 300 votos en 2023 con respecto a 2019. Tan poco es para lograr el séptimo escaño en la Diputación, que ni aún con la pérdida de más de 6.000 votos del PSOE ha sido suficiente. Sí ocurre que la mejora de las fuerzas oposición en su conjunto se reduce con la pérdida de los 6.000 del PSOE a casi 8.000. Insuficiente para que el PP lograse el séptimo escaño.
Así que los socialistas se quedan sin dos diputados, Baltar Blanco sin mayoría para gobernar, y BNG y DO crecen con los dos del PSOE y el de la exCiudadanos Montse Lama a razón de dos escaños los nacionalistas y uno los de Pérez Jácome. Visto lo ocurrido, no hay que descartar que el partido le recuerde al PPdeOU que debió haber hecho mucho más para evitarlo cuando estuvo a tiempo.
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