Tras ser clausurada a finales de 2018, con la alcaldesa acompañada por la Guardia Civil para desalojar a la concesionaria anterior y una vez que a los residentes se les recolocó en otras residencias de la provincia; ahora la Residencia de A Bola está invadida por la maleza, y las hiedras ya han entrado en los corredores y en las habitaciones de la residencia. Así lo denuncia el BNG, que responsabiliza de la situación a la alcaldesa, la popular Teresa Barge, a la que califica de "agotada" y "sin fuerzas ni ideas".

Señala el BNG, que a finales de 2022 la alcaldesa anunció la concesión del inmueble a la empresa privada Consultorio Médico San Rosendo, S.L., para rehabilitar el centro y gestionarlo. El compromiso era ampliar el número de plazas a 48 y ponerlo en funcionamiento antes de seis meses. Pero a esta fecha el BNG asegura que el centro sigue deteriorándose, y de los 64.000 euros que el Concello aprobó en 2021 para obras en la residencia, ni se sabe donde se emplearon, si se emplearon o a donde fueron a parar. Según el BNG, "la Residencia de A Bola es una historia de abandono".