Ourense mira al cielo esperando el relevo de los claros por las nubes con la llegada del anticiclón y el cese de las precipitaciones. Debería empezar a producirse este sábado y consolidarse el domingo, según establecen las previsiones meteorológicas. En tanto, un ojo puesto arriba y otro en los ríos de la provincia, con episodios de desbordamiento en varios de ellos.
Entrada la tarde de este vienes, los organismos de las cuencas del Miño-Sil y Duero (por lo que al Támega respecta), no comunicaron ninguna novedad en las tres cuencas, incluyendo la del Limia en la primera de las demarcaciones mencionadas. Lo que no suele ocurrir hasta que los mencionados episodios de desbordamientos tienen un calado considerable. Pero lo que no quiere decir que los cauces de estos ríos se hallen ahora mismo al límite, los desbordamientos ya se hayan producido en Baños de Molgas y en algunas localidades de Monterrei y el riesgo se mantenga.
La clave no reside solo en que cesen las lluvias, sino en las consecuencias del desnieve (que no deshielo) en las zonas más altas de la provincia desde las que arrancan las primeras aguas de los ríos. En esta ocasión, a unas copiosas nevadas no han seguido las heladas sino las lluvias, lo que produjo un incremento de los caudales en las zonas montañosas en vez de la consolidación de las nevadas. Y a partir de ahí, con temperaturas en positivo aún en las cumbres más altas de la provincia, agua y más agua laderas abajo. De modo que aunque pare de llover, las crecidas proseguirán hasta que este inusual desnieve en las zonas más altas haya concluido. |