La Ley de recuperación de la tierra agraria de Galicia, está movilizando más de 9.300 ha de terreno en un año

A través de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, la Xunta de Galicia contabiliza la creación de  21 polígonos agroforestales y 21 aldeas modelo

   
Aldea modelo de Trascastro, O Incio, Lugo
6 de Septiembre de 2022: OURENSE DIXITAL

La Ley de recuperación de la tierra agraria de Galicia ha movilizado ya más de 9.300 hectáreas tras su puesta en marcha en el mes de mayo de 2021, de las que 8.788 corresponden a 21 polígonos agroforestales y 574 a 21 aldeas modelo. Además, la Consellería do Medio Rural, a través de la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural, ha recibido un total de 34 solicitudes para polígonos agroforestales de iniciativa privada, que suponen otras 1.300 hectáreas a movilizar.

La Ley de recuperación de la tierra agraria de Galicia entró en vigor el 22 de mayo de 2021. Aglutina las herramientas que contribuyen a un uso más eficiente y sostenible de la tierra a través de una ordenación de los usos del suelo rural y de la minoración de los terrenos abandonados, extremo que contribuye a anticiparse a los incendios. Las iniciativas que desarrolla la mencionada Ley buscan recuperar grandes espacios productivos según el tipo de cultivo más apropiado o de mayor tradición en cada zona. El objetivo final es dinamizar el territorio y generar actividad económica, al tiempo que se avanza en la anticipación a los incendios forestales.

 

Polígonos de iniciativa pública

A día de hoy, de los 21 polígonos de iniciativa pública existentes en Galicia, 10 ya están iniciados y 11 se encuentran en fase de actuaciones previas. Los 10 polígonos que se encuentran en marcha suponen la recuperación de 4.114 hectáreas. Los más avanzados son, ahora mismo, los de Cualedro (con 64 hectáreas y unas 72 parcelas de 70 propietarios) y Oímbra (cerca de 22 hectáreas y unas 72 parcelas de 73 propietarios), para los que ya se tramitó la declaración de utilidad pública. En ella se establecen como usos y actividades la ganadería en extensivo y los cultivos complementarios, en el caso de Cualedro, y los agrícolas de ciclo corto y  la ganadería en extensivo, además de los árboles frutales como actividad secundaria, en el caso del de Oímbra. En los restantes ocho polígonos están prácticamente finalizados los estudios de viabilidad, en los que se proponen los usos y actividades de cada uno. Destacan los cultivos de huerta, viñedo y forestal, y son los de Remuíño en Arnoia (224 ha y 6.753 parcelas), Barzamedelle en Leiro (146 ha y 183 parcelas), Pousada en Riós (94 ha y 663 parcelas), Vences en Monterrei (22 ha y 535 parcelas), Solbeira en Paderne de Allariz (43 ha y 317 parcelas), Vilalén-Tomonde en Cerdedo-Cotobade (68 ha y 1.534 parcelas), Mandelos en Crecente (45 ha y 391 parcelas) y Santaia-Foxado en Curtis (3.386 ha y 6.161 parcelas).

Hay otros 11 polígonos de iniciativa pública en los que se ha iniciado un procedimiento de actuaciones previas, las cuales suman 4.674 hectáreas y 9.750 parcelas de más de algo más de cinco mil propietarios. Se trata de los de Ver en Bóveda, Barcia en Navia de Suarna, Prado en Castrelo de Miño, Freixido en Larouco, Panascos en Tomiño, Alta Limia, Corno do Monte y Lamas Ganade (los tres en Xinzo de Limia), San Salvador de Sabucedo (Porqueira), A Graña de Seoane (Montederramo) y Soutopenedo (San Cibrao das Viñas).

La Xunta matiza que busca desarrollar polígonos en zonas en las que exista voluntad e interés por parte de los propietarios y de los vecinos, ya que la Ley de recuperación establece como zonas preferentes para el desarrollo de polígonos agroforestales de iniciativa pública aquellas en las que desde el inicio se cuenta con el acuerdo de los propietarios de más del 70% de la superficie. Por este motivo, la Xunta colabora con las distintas administraciones locales con el fin de localizar ámbitos en los que se pueda dar esta condición.

También en el caso de los polígonos agroforestales de iniciativa pública, serán zonas prioritarias aquellas de concentración o reestructuración parcelaria finalizadas que presenten un abandono superior al 50%; las áreas cortafuego, que se delimitarán con criterios técnicos con el fin de generar discontinuidades de la biomasa que frenen o atenúen el avance de los incendios mediante la implantación de la actividad agrícola, ganadera o forestal; y aquellas en las que se acredite la disposición de compromisos de adhesión al proyecto, que deberán suponer una superficie mínima del 70% de las tierras incluidas en el perímetro propuesto del polígono agroforestal.

Entre las restantes zonas, se dará carácter preferente al desarrollo de proyectos de polígonos agroforestales cuando concurran algunas de las siguientes circunstancias:

- Zonas de elevada aptitud agropecuaria delimitadas en el catálogo de suelos agropecuarios y forestales de Galicia que se encuentren en situación de especial abandono.

- Ampliación de la base territorial de las explotaciones existentes mediante el acceso a tierras límites en situación de abandono o infrautilización, o con usos u orientaciones no conformes con la cualificación hecha en el catálogo de suelos agropecuarios y forestales de Galicia.

- Y recuperación y puesta en valor de tierras apropiadas para producciones acogidas a Indicaciones Geográficas Protegidas y Denominaciones de Origen Protegida, así como para producciones que estén optando a ese reconocimiento o a cualquier otra marca de garantía de calidad.

Al amparo de los polígonos, se reestructurarán las parcelas para que tengan un tamaño suficiente que garantice la rentabilidad en función de los cultivos, dando prioridad a las explotaciones gallegas instaladas que demanden base territorial.

 

Polígonos de iniciativa privada

En abril del año pasado, la Consellería do Medio Rural lanzó una Manifestación de Interés en la que se preguntaba expresamente por la necesidad de tierra para el desarrollo de las actividades agrarias.

Con esta convocatoria se recogieron un total de 1.244 encuestas simplificadas sobre demanda de tierra agraria y 255 proyectos completos para el sector agrario gallego. A partir de los datos incluidos en estas propuestas se pudieron geolocalizar 991 solicitantes y 21.321,7 ha delimitadas geográficamente. En este sentido, cabe señalar que un total de 34 iniciativas mostraron interés por desarrollar polígonos agroforestales de iniciativa privada, que suponen más de 1.300 hectáreas a movilizar.

 

Aldea modelo de Meixide (A Veiga) 

Aldeas modelo

Otro instrumento de movilización y recuperación de tierras que ofrece la Ley de recuperación son las aldeas modelo. Al amparo de esta Ley, la Axencia Galega de Desenvolvemento Rural ha resuelto la declaración de tres nuevas aldeas modelo. Se trata de las de Soutogrande, en el ayuntamiento ourensano de Vilariño de Conso; Cortegazas, en el de Avión; y Ferreiros, en la localidad coruñesa de Ames.

Así, la aldea modelo de Soutogrande, en Vilariño de Conso, tiene una superficie de 33,50 hectáreas, distribuidas en 99 parcelas de 46 titulares catastrales. En cuanto a la de Cortegazas, en Avión, abarca 15,11 ha, repartidas en 727 parcelas de 99 propietarios. Por último, la de Ferreiros, en Ames, tiene una superficie de 8,55 hectáreas, con 128 parcelas implicadas de 52 titulares catastrales.

Las nuevas aldeas modelo se declaran en colaboración con los ayuntamientos correspondientes, todos ellos situados en zonas de alto riesgo de incendios (ZAR) y adheridos al sistema público de gestión de la biomasa en las franjas secundarias. El objetivo principal de esta figura recogida en la Ley de recuperación es devolver a la producción tierras con buena aptitud agronómica que se encuentren en estado de abandono o infrautilizadas, impulsando así una nueva actividad económica agroforestal que fije población y genere riqueza en el entorno, al tiempo que reduzca el riesgo de incendios forestales y mejore la calidad de vida de los vecinos de los núcleos que se busca poner en valor.

Las nuevas aldeas modelo declaradas se suman a las que ya están en marcha y hacen un total de 21. Por provincias, hay una en A Coruña, otra en Pontevedra, cinco en Lugo y catorce en Ourense. En su conjunto, alcanzan las 574,27 ha de superficie de actuación, 9.346 parcelas y 2.359 titulares catastrales.

A mayores, prosiguen los trabajos de recogida de firmas de otras siete aldeas modelo de cara a su aprobación: una en A Coruña, otra en Lugo, una más en Pontevedra y cuatro en Ourense. En total, representarán otras 194,84 ha de superficie de actuación, 3.395 parcelas y 901 titulares catastrales.

Vacas en la aldea modelo de Meixide (A Veiga) 

 

Uso eficiente y sostenible de la tierra

Todos estos instrumentos de movilización de tierras regulados por la Ley de recuperación, entre ellos los polígonos agroforestales y las aldeas modelo, contribuyen a un uso más eficiente y sostenible de la tierra agraria a través de la ordenación de los usos del suelo rural y de la minoración de las fincas abandonados, con el beneficio que esto supone para la lucha contra incendios y el medio ambiente. De esta forma, se contribuye a la orientación de las explotaciones hacia una producción competitiva y sostenible que eleve, consecuentemente, el nivel de vida de los profesionales del sector primario de Galicia.

En definitiva, se trata de distintas fórmulas, pero todas con un mismo objetivo: dinamizar el territorio y generar actividad económica para que sea posible vivir en él y del rural. Y también para anticiparse a los fuegos y disminuir los daños que puedan causar.

 
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