Un mes después de que en la noche del 14 al 15 de julio arrancara el incendio del Parque Natural de O Invernadeiro y de Pradoalbar, en Vilariño de Conso, y de que la Xunta de Galicia diera por extinguido el de Camba que surgió el 10 de este mes de agosto, Medio Rural sigue cifrando en 7.600 las hectáreas del Macizo Central de esta provincia devastadas por el fuego (5.500 el de Pedralbar y O Invernadeiro y 2.100 el de Camba). Una cifra que "aún se queda corta", según fuentes de los propios trabajadores del servicio de extinción a las que ha tenido acceso Ourense Dixital.

El seguimiento de la superficie ardida a través del sistema Copérnicus, establece un territorio quemado de no menos de 10.800 hectáreas, 3.200 más que el total manejado por la Xunta de Galicia. Aunque estas fuentes insisten en que "esto en el menos malo de los casos", ya que las mediciones corresponden al 14 de este mes y, en el caso del incendio de Laza, el fuego aún seguía activo en la mencionada fecha. En rojo aparece perimetrado el fuego de O Invernadeiro y Pradoalbar (Vilariño de Conso), y en amarillo los que arrancaron de Camba (Laza) y de Chandrexa de Queixa, que la Xunta acabó denominando de Laza al confluir ambos. El punto en el que ambos perímetros llegan a su máxima aproximación se produce en la Cabeza da Veiga do Fial, a una cota de 1.500 metros de altitud, en territorio de Camba.

El perímetro delimitado en rojo (7.300 ha de afectación) circunda dos territorios bien distintos: al oeste el Parque Natural de O Invernadeiro y al este los montes de Pradoalbar que delimitan el cortafuegos que arranca de O Seixo hasta la Cruz do Marco a la altura de Pradoalbar. En suelo de esta localidad, por el este el fuego asomó sobre la localidad de San Mamede de Edrada y afectó suelo del municipio de Chandrexa de Queixa por la ladera que vierte al embalse de Cenza. Lo mismo que por el noroeste traspasó la divisoria entre Conso y Queixa y quemó montes de las parroquias de Requeixo y As Forcadas de este último municipio.

En el caso del perímetro delimitado en amarillo (no menos de 3.500 ha afectadas), el fuego que arrancó en Camba acabó devastando montes de Queixa por el este y aproximándose por el norte a los enclaves de A Ferrería y O Teixedo, ya no lejos por el oeste del Bidueiral de Montederramo que consiguió mantenerse al margen de las llamas.