Los bajos niveles de agua embalsada que acusa la presa del Cenza desde mediados del mes de mayo pasado, sacan a la luz el impacto causado por las aguas en esta zona glaciar del Macizo Central Ourensán, cuya fisonomía se alteró a mediados de 1991 con la construcción de este embalse. Ni la fuerte contestación de los movimientos ecologistas llegados entonces al lugar desde varios puntos de Galicia, ni el alto valor geomorfológico de la zona afectada ni que esta se hallara en Red Natura 2000, frenó la concesión franquista a Saltos del Sil que heredó Iberdrola.

Desde finales de 1995 en que la obra se dio por concluida, el embalse de Cenza no mostró sus entrañas como lo hace estos días. Con los datos actualizados a este 17 de agosto, la presa está a un 13,75% de su capacidad de embalsado. La media del mes de agosto de los últimos 10 años se sitúa en torno al 65%. De ahí que ahora en los 11 kilómetros de su perímetro alrededor de este valle glaciar, el embalse de Cenza ponga al descubierto una amalgama de composiciones pétreas no exentas algunas de un cierto halo tétrico. Y entre las que, como resulta obvio, de todo rastro de vegetación solo quedan abundantes raíces entre las piedras.

Del por qué los niveles del embalse de Cenza han bajado tanto este verano, nada se sabe por la hidroeléctrica que construyó y explota este embalse. Ourense Dixital solicitó a Iberdrola información al respecto en sendos correos electrónicos remitidos este lunes, 16 de agosto, a "Comunicación Corporativa" de la hidroeléctrica en Madrid (13:15 Hs.) y en el País Vasco (13:21 Hs.). Hasta ahora la única respuesta recibida fue al segundo correo, indicándonos la vía de las oficinas de la capital madrileña. Nada se ha dicho en relación a si el hecho pudiera obedecer a trabajos que se estuvieran llevando a cabo en esta presa o en otros embalses de la cuenca del Sil, aguas abajo, o si la causa radica en la propia producción hidroeléctrica. Solo hay datos de que a partir de finales de febrero pasado los niveles empezaron a bajar. Y que otro tanto empezó a ocurrir a los pocos días con los del embalse de As Portas, también en Vilariño de Conso y en el Macizo Central Ourensán. A día de hoy a un 15,56% de agua embalsada, y con las entrañas de pueblos como Veigas de Camba sepultados por las aguas a plena vista.