El delegado territorial de la Xunta de Galicia en Ourense y el alcalde de San Cibrao das Viñas, Gabriel Alén y Pedro Fernández, respectivamente, visitaron este jueves el inicio de las obras de acondicionamiento de la OU-525, en los 14 kilómetros que van desde la capital hasta el Polígono de San Cibrao, que la Administración autonómica tuvo que asumir para poder acometer el nuevo acceso a la mencionada zona empresarial. Las obras tienen un presupuesto de 3,2 millones de euros, y un plazo de ejecución de un año, 12 meses, si bien la Consellería de Infraestruturas no descarta poder completarlas antes. Sin descartar, incluso, poder rematarlas este mismo año, según se indica.

Con los trabajos, que dieron comienzo la semana pasada, se mejorará el firme de la OU-525, la vieja carretera de Madrid, al tiempo que se reforzará la seguridad viaria en este vial autonómico. El delegado de la Xunta remarcó la importancia de facilitar los movimientos entre dos de las principales zonas industriales de la provincia, los polígonos de San Cibrao y Barreiros, ofreciendo mayor seguridad y comodidad en los desplazamientos.

Gabriel Alén incidió en el considerable volumen de tráfico que tiene este vial: casi 20.000 vehículos al día a su paso por San Cibrao, rebajándose la cifra a partir de aquí a los 5.500  vehículos diarios hasta Taboadela y a los 4.300 hasta Allariz.