Las polémicas pantallas gigantes de la ciudad irán a parar a las instalaciones municipales de Oira, según anunció el Gobierno de la ciudad este jueves. En estas instalaciones municipales, las pantallas "prestarán servicios de videomarcador y proyectarán información de servicio público", se indica en relación a su nuevo cometido. Su retirada entra en los planes del actual regidor municipal, Gonzalo Pérez Jácome, de suprimir cuanto elemento generador de contaminación visual exista en esta ciudad. Es decir, están incluidas en el paquete de erradicación del centenar y medio de mupis que existían en la capital ourensana.

Ahora las pantallas gigantes ubicadas en Sáenz Díez, Pardo de Cela y la plaza de Bispo Cesáreo morirán en el recinto de Oira con un cometido puede que más funcional que el que tenían hasta ahora y, sobre todo, menos nocivo para los conductores y menos especulativo para aquellos que en su día promovieron este tipo de publicidad. Una de las pantallas será usada como videomarcador en el campo de fútbol de Oira, y las otros dos proyectarán informaciones de servicio público dentro del complejo deportivo, según informó el Concello este jueves. Se entiende que al margen de finalidad comercial alguna y, por ello, sin capacidad de generar ingresos en las arcas municipales, aunque nunca se ha sabido cuánto aportaron en los últimos 3 años.

Uno de los logros del alcalde Jesús Vázquez

Las pantallas gigantes de la ciudad fueron uno de los logros de Jesús Vázquez durante el pasado mandato. Logró resistir, primero, y prosperar finalmente un procedimiento de muy dudosa legalidad en materia de tráfico. Resistió también a su colocación en viales que no eran propiedad del Concello sino de la Xunta de Galicia, sin que existiera autorización explícita de la Administración autonómica para ello. También lograron evitar los necesarios informes favorables de la Policía Local, entre otros. Y, por supuesto, lograron salir adelante pese a las denuncias formuladas porque a la oposición en el Concello el asunto no le interesó lo suficiente.

Ni siquiera cuando el 10 de mayo de 2018 una distracción provocó un accidente de tráfico ante la de Pardo de Cela. Las 4 pantallas que finalmente se instalaron en esta ciudad salieron adelante en 2018, 10 años después de las que provocaron el primer enfrentamiento de calado entre los socios del gobierno bipartito de PSOE y BNG de esta ciudad. El actual es el cuarto mandato en el que en Ourense se sigue hablando de pantallas digitales, aunque ahora para todo lo contrario.