A la hora de razonar el endurecimiento de las medidas sanitarias para la contención del Covid-19, el presidente de la Xunta de Galicia insistió en varias ocasiones de su comparecencia de la mañana de este miércoles en que "estamos en un estado preocupante". Núñez Feijóo repitió en más de una ocasión que, aunque los datos de la presión hospitalaria actual son mucho mejores que los de la 2ª ola, "la progresión del contagio es peor que la que teníamos en noviembre" pasado. De ahí que las medidas adoptables sean procedentes.

El titular de la Xunta de Galicia explicó que el Comité Clínico había trabajado en dos líneas de actuación. Con la de "no hacer nada", el pico del contagio se situaría a finales del mes de febrero es decir, no pararían de subir los contagios este mes y el que viene, mientas los hospitales alcanzaría el pico de ingresos en el mes de abril. "Si actuamos", señaló Núñez Feijóo, "el pico del contagio podría adelantarse a finales del mes de enero", y "la presión hospitalaria que tendríamos estaría por debajo de la que tuvimos en el mes de abril".

Con tales proyecciones realizadas por las autoridades sanitarias, el presidente de la Xunta afirmó no existir duda alguna de la necesidad de endurecer las medidas y afrontar los niveles de restricciones acordadas. "La situación es mejor que la de la ola de noviembre, pero la tendencia es peor y más preocupante", reiteró Núñez Feijóo.

Tres frentes que requieren la implicación ciudadana

El presidente de la Xunta incidió también en la necesidad de concienciarse y colaborar a la hora de extender algunas medidas más allá de hasta donde a la Administración autonómica le es posible. Es el caso de no reunirse personas no convivientes después de las 6 de la tarde en viviendas particulares. "Si sustituimos los bares por los domicilios nos vamos a engañar y no vamos a atajar el problema", señaló Núñez Feijóo. Que reiteró que "no hay más contagio en los bares que en las reuniones familiares".

El otro frente de colaboración extra que solicitó Feijóo fue el no empleo de los espacios comunes de los centros comerciales y superficies similares como lugares de encuentro y reunión. Es lo que ha venido ocurriendo hasta ahora y lo que, según el titular de la Xunta, a partir de ahora se va a vigilar más (por ser espacios públicos, al contrario de las viviendas sí será posible la presencia policial).

Y en tercer lugar, el titular de la Xunta apeló a que en la gran mayoría de los concellos gallegos en los que sí será posible la movilidad entre todos aquellos que no estén en nivel Máximo, "que se haga para lo esencial" únicamente.

El alcalde de la ciudad pide a los ourensanos asumir y cumplir las medidas

Tras el anuncio de las nuevas medidas y el pase de la capital ourensana a nivel Máximo, el regidor de la ciudad pide a los ourensanos su cumplimiento y, como en ocasiones anteriores, dice que no cuestionará ni las medidas ni la "jerarquía sanitaria". Pérez Jácome cree que serán "un golpe durísimo para toda la economía y para la sociedad", pero solo queda cumplirlas y esperar a "que se solvente pronto y que la vacuna nos ampare a todos", dice.

El alcalde insiste en el cambio que comporta ahora el cierre perimetral de la ciudad que, a diferencia del anterior, ya no permitirá la comunicación con concellos limítrofes como el de Barbadás, así como el anticipo del toque de queda a las 10 de la noche, el del comercio a las nueve y media y, de nuevo, la hostelería sin consumo en espacios interiores.