Once meses, 11, casi un año es lo que ha tardado Inspección de Trabajo en resolver una denuncia relativa a la situación de la Sala de Espera de resultados del Servicio de Urxencias del CHUO. La denuncia fue presentada por el Sindicato de Enfermería SATSE el 4 de enero del año en curso, y en ella se exponía que "esta sala pone en peligro tanto a pacientes como a profesionales, al no disponer de los espacios de separación suficientes para realizar las técnicas más elementales".

Ahora SATSE dice que Inspección de Trabajo le da la razón al sindicato. Lo que quiere decir que durante casi un año y toda la pandemia por medio, la Sala de Esperas de Urxencias del CHUO ha puesto "en peligro tanto a pacientes como a profesionales". Situación en la que sigue, porque el hecho de que Inspección de Trabajo se haya pronunciado no quiere decir que el Sergas haya actuado en consecuencia. Además de que SATSE señala que desde el año 2016 "se han realizado continuas reclamaciones a la Dirección a este respecto".

De este modo y a tenor de lo que indica el sindicato aludido, Inspección de Trabajo habría corroborado la falta de espacios entre las camas/camillas de la Sala y la necesidad de una redistribución de espacios y de limitar el número de pacientes que pueden ocupar la Sala. SATSE alude a este espacio como "la conflictiva Sala", y recalca que en ella los pacientes se instalan a unos 35 centímetros uno del otro, cuando lo mínimo establecido es un metro y con la actual pandemia metro y medio. Es lo que se le pide a todos y a cualquier ciudadano, pero no lo que hacen las autoridades sanitarias en los propios hospitales que dirigen.