Este lunes arrancó con 11 fuegos activos a primera hora de la mañana en la provincia ourensana de más de 20 hectáreas quemadas, según ha informado la Consellería de Medio Rural de la Xunta a primera hora. En los 11 fuegos activos van calcinadas ya 6.570 hectáreas, 6.700 si se le añaden las 130 del fuego de Castro de Escuadro, en Maceda, que Medio Rural ha declarado estabilizado.

4.000 hectáreas ardidas en los de Rio Caldo y Sabuguido

Los dos siniestros de mayor alcance son los fuegos declarados en la parroquia de Sabuguido, en Vilariño de Conso, y en Río Caldo de Lobios, con una superficie ardida de 2.000 hectáreas en cada uno de ellos. El fuego de Sabuguido arde desde las 2 de la madrugada de este domingo, pese al esfuerzo de contención de las llamas de 18 brigadas y 9 agentes con 10 motobombas y 4 palas, así como la intervención durante el día de 10 helicópteros y 9 aviones. En el caso del de Rio Caldo, en Lobios, se están movilizando 20 brigadas y 5 agentes y 6 helicópteros y 5 aviones por aire, además de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias. Este fuego afecta al Parque Natural da Baixa Limia-Serra do Xurés, y arrancó pasadas las siete y media de la tarde del pasado sábado.

Activo el de Cualedro y activada la alerta en Carzoá

Sigue activo también el fuego de Cualedro que arrancó en montes de la parroquia de Montes un poco antes de las 3 de la tarde de este domingo. Ardieron ya 800 hectáreas de monte, y la Xunta de Galicia mantiene activada la medida de Situación 2 dada la proximidad de las llamas al núcleo de Carzoá. Hasta el momento Medio Rural dice haber movilizado 8 brigadas y 4 agentes, así como 6 helicópteros y 4 aviones por aire.

Sigue el fuego en el San Mamede, por el lado de Rebordechao

Activo continúa también esta mañana el fuego de Rebordechao, Vilar de Barrio, que quema montes de la Serra de San Mamede del Macizo Central Ourensán. Está activo desde las 12 del mediodía del sábado, y contabiliza ya 700 hectáreas quemadas, en su gran mayoría de monte. En las labores de extinción de las llamas ya se han empleado 33 brigadas y 11 agentes, así como 10 helicópteros y 14 aviones.

400 hectáreas quemadas en el fuego de Queixa

400 hectáreas es la superficie que lleva devastado el fuego de Chandrexa de Queixa, declarado en la parroquia homónima pasadas las 4 de la tarde de este domingo. 8 brigadas y 3 agentes además de un helicóptero se emplean en sofocar las llamas, si bien el fuego continúa activo al inicio de la mañana de este lunes.

Sigue activo el fuego de Rairiz, pero sin riesgo en los pueblos

Otro tanto ocurre con el incendio de Rairiz de Veiga, declarado un poco antes de las dos de la tarde de este domingo en la parroquia de Sabariz. La superficie ardida totaliza no menos de 260 hectáreas, y en las labores de extinción se han empleado ya 12 brigadas y 7 agentes así como 9 aviones desde el aire. En este caso, Medio Rural señala que se ha desactivado la Situación 2 de alerta preventiva, al no existir ahora riesgo para los núcleos de población más próximos al incendio.

Siguen activos los fuegos de Pentes, Camba y Cernado

Sigue activo también el fuego de Pentes en A Gudiña, que permanece activo desde poco antes de las nueve de la tarde del sábado. Aquí van ardidas unas 150 hectáreas, según Medio Rural, que cifra el esfuerzo de las labores de extinción en 17 brigadas y 7 agentes que se han empleado en ello, así como 3 helicópteros desde el aire.

En Laza sigue activo el fuego de Camba, que se inició a las ocho y media del sábado pasado, y que afecta ya a unas 60 hectáreas. Hasta ahora, las labores de extinción contabilizan 13 brigadas, 4 agentes y 4 aviones.

Activo también el fuego de Cernado en Manzaneda, con un total de 100 hectáreas ardidas.

A la una de esta madrugada otro fuego, en Vilardevós

Y se sumó a los fuegos activos en la provincia ourensana a la una de la madrugada de este lunes otro fuego en Vilar de Cervo, concello de Vilardevós. Medio Rural ya informa de que van ardidas 80 hectáreas de monte y, hasta ahora, 4 brigadas y 3 agentes se han ocupado durante la noche de intentar controlar las llamas en la medida que les ha sido posible.