La decisión del PP de colocarse al margen del Gobierno de la ciudad y meter en la nevera el acuerdo de gobierno de inicio de mandato, era algo que no descartaban los de Pérez Jácome, aunque no lo desearan. De hecho algunos de los próximos al alcalde sostenían que detrás de la asonada de los críticos y la denuncia en Fiscalía de la Audiencia, podría estar el PP. Y, sobre todo, que los que habían acometido la rebelión interna no estaban solos en la crisis forjada a finales del mes de agosto.
A ellos refuerza ahora en sus sospechas el movimiento del PP de este martes colocándose fuera del Gobierno. Lo mismo que la inmediatez en las dimisiones de las concelleiras María Dibuja y María Teresa Rodríguez, si bien los casos de las de DO auspiciadas por los ceses de Caride Domínguez y Manuel Álvarez Fernández realizados por el propio alcalde a primera hora de la mañana. Y no por el hecho de que el regidor municipal se quede ahora con, a lo sumo, 2 concelleiros cuando Telmo Ucha releve en su escaño al dimisionario Mario González, la resolución de la crisis cabe suponerla fácil.
Jácome no piensa dimitir como alcalde ni se plantea dejar su escaño
Ahora mismo ninguna de las dos, la dimisión en la alcaldía y abandonar su escaño, las contempla el regidor municipal. O, cuando menos, eso ha venido manifestando.
Como la mayoría de gobierno son 14, uno solo de los 7 de DO que se coloque al margen de la solución dejaría al acuerdo y al Gobierno sin la necesaria mayoría. Y este podría ser el propio Pérez Jácome, incluso.
Como los números son tozudos y las sumas algo tan básico como elemental, no es descabellado pensar que el PP busque lo que podría necesitar en Ciudadanos. De hecho, su portavoz, José Araújo, mostró en su momento mucho interés en lanzar las alertas de que algo "muy gordo" para Pérez Jácome estaba en camino. Lo que sucedió a los pocos días. Pero para que con los dos ediles de Ciudadanos baste, Pérez Jácome debería perder a, al menos, un apoyo es decir, o el del futuro relevo que está por llegar o el de su hasta ahora leal Armando Ojea.
En la compleja solución que de la crisis interna de DO deriva, primero en el Gobierno municipal y luego en el Concello de Ourense y, por consiguiente, en esta ciudad, otras combinaciones no parecen ser ahora lo más próximo. Incluyendo el gobierno de concentración del que habló el secretario y portavoz del PSOE ourensano el pasado 28 de agosto, y que tanto disgustó en su partido como contrarió a un sector del grupo municipal socialista. Además de las recientes mociones de censura de Castrelo y Viana materializadas por el PP a costa de tránsfugas del PSOE. |