Tras hacer lo propio este pasado martes la del botellón, este miércoles se reunión también la comisión municipal que analiza el asunto relativo a los ruidos en la capital ourensana y que preside la concelleira delegada Sonia Ogando. La comisión viene funcionando desde el pasado 3 de diciembre, y en ella están todos los grupos políticos en la Corporación local, asociaciones vecinales y representantes del sector de hostelería de la capital.

La concelleira titular de esta área señaló a la conclusión de la reunión que el asunto de los ruidos "no debe circunscribirse a la hostelería sino que es un problema global en el que están implicados más agentes". De ahí que, según Sonia Ogando, sea conveniente en tal caso analizar la situación y valorar propuestas siempre desde un punto de vista de soluciones transversales al problema que generan los ruidos en varias zonas de la ciudad. Según la concelleira Sonia Ogando, aunque el trabajo se está llevando a través de comisiones individualizadas, éstas "habrán de confluir de un modo global en conclusiones que buscan, ante todo, armonizar la convivencia y garantizar los derechos de todos los que viven y desarrollar su actividad comercial en el Centro Histórico" de la ciudad.

Señaló Ogando que desde la Concellería de Urbanismo se está trabajando "con intensidad", incoando expedientes de caducidad de licencias e intensificando el control de los sonómetros a través de una providencia de la propia concelleira, y está sobre la mesa, afirmó, la posibilidad de incrementar las sanciones a los que respeten la ordenanza de ruidos. En cuanto a la comisión, Ogando afirmó que marcha "por buen camino", y se fijó para el 5 de febrero próximo la siguiente sesión de trabajo.