Hace ya unos cuantos años que a la Sanidad gallega le viene dando por expresarse en términos económicos con la frivolidad con la que a casi nadie se nos ocurre leer una radiografía, por ejemplo. Sin embargo ellos sí lo hacen. Y entonces surgen notas de prensa cuyas conclusiones empiezan titulando: "O investimento destinado a atención de cada ourensán..." Como si no ofreciera la más mínima duda que un parto o una operación a vida o muerte también es una inversión. Empezamos bien...

Luego resulta que, producto de dividir los 490,5 millones que se presupuestan para este 2020 entre los 307.651 habitantes de Ourense (habrá que suponer que operan con el censo actualizado), resulta que "O investimento destinado á atención de cada ourensán ascende a 1.600 €". Conclusión tan simple a partir de premisas manejadas tan a la ligera (casi se podría decir que manipuladas en vez de manejadas), arrojan un resultado tan arbitrario como sonrojante.

Porque entre otras cosas no se nos dice cuánto cuestan los salarios de esos 5.000 profesionales que se dice que paga el Área Sanitaria de Ourense, 70.000 mensualidades al año. ¿También eso hay que considerarlo una inversión en los ourensanos?... A ningún alcalde se le ocurre decir que el total del presupuesto de su Concello es lo que el Concello invierte en sus habitantes. Y que el salario del Secretario, del Interventor y del propio alcalde, si acaso, es una inversión en el vecino. Pero en Sanidad se puede hacer. Con tales artes para manejar los números, no es de extrañar que cuando estos señores recurren a ellos para explicar, por ejemplo, que hay que cerrar un paritorio, muy pocos los tomen en serio.