Sin novedad a lo largo de este martes en lo que respecta a caudales y niveles de los cauces fluviales de la provincia, así como a posibles incidencias que pudieran haberse producido a lo largo de la jornada: no constan. Este 17 de diciembre ha supuesto una tregua entre las lluvias caídas especialmente en los últimos días, y las que se prevé que vuelvan a llegar a partir de mañana miércoles.

Concellos como Ribadavia y Baños de Molgas permanecen atentos a los niveles del Avia en las proximidades a la desembocadura en el Miño, en el primer caso, y del Arnoia en el caso de Molgas. Otro tanto ocurre en varias localidades de la zona baja de Monterrei, donde el Támega sigue discurriendo abundante. La ausencia de precipitaciones este martes tampoco ha supuesto que la gran mayoría de los 21 embalses que la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil asienta en esta provincia hayan cerrado compuertas, al contrario. Con la carga de agua embalsada por algunos de ellos y las previsiones de fuertes lluvias a partir del jueves, sobre todo, no liberar espacio para gestionar lo que se anuncia se antoja poco menos que temerario. Si los 21 estaban a una media de recursos embalsados de algo más del 83%, 8 superaban el 90% y 5 de ellos rebasaban el 95%. No hay nuevos datos de la CHM-S al respecto.

El Miño mantiene balizados varios puntos de las riberas, izquierda y derecha, de la ciudad, lo mismo que la zona termal. El organismo de cuenca mantuvo este miércoles la prealerta en la capital ourensana, lo mismo que en Ribadavia tanto por los niveles del Miño como del Avia. La tercera prealerta de las 3 que mantuvo durante este miércoles la Confederación Hidrográfica fue también por los niveles del Miño en Salvaterra. Todo queda a la espera de lo que disponga Elsa, la borrasca que releva a Daniel a partir de este miércoles, según aseguran las agencias meteorológicas.