Esto fue lo que este viernes se encontraron muchos usuarios de los centros de salud en la puerta de la consulta de su médico de cabecera. En estos dos casos, el/la facultativo/a advertían de que sus respectivas tareas de este viernes se elevaban a 62 y 54 pacientes. Por supuesto, muy por encima de los 30 que pidieron en las calles de esta ciudad el miércoles y el jueves, a razón de 10 minutos por paciente.

Resulta obvio que no puede ser lo de los 10 minutos por paciente, al menos con todos. Ya que en el caso del cartel de los 62 pacientes eso supondría que el facultativo tendría que estar en la consulta 10 horas y 20 minutos. Algo menos el de 54 aunque, en cualquier caso, muy por encima de una jornada de trabajo normal. Y a esto hay que añadir las consultas telefónicas que, a buen seguro, también tenían en su agenda, y las consultas a domicilio que pudieran tener. Con unas exigencias que desembocan en una jornada laboral más parecida a la esclavitud que a cualquier modelo occidental, le cabe al paciente compadecerse de su médico y salir pitando de la consulta para que pase el siguiente.