A Ponte Loña: entre ruinas, adefesios y abandono en el corazón del barrio de A Lonia (Riberas del Loña, Parte II)
 
 
Río Loña arriba desde el Miño, después del Parque de A Lonia condenado al ostracismo, surge A Ponte Loña. Encajonado entre ruinas y plagado de contaminación visual, acusa a las claras la insensibilidad medioambiental y la desidia patrimonial de la ciudad
 
 
 
24 de Noviembre de 2019: OURENSE DIXITAL

A Ponte Loña esmorece en la capital ourensana encajonado entre ruinas, adefesios que imposibilitan una sola luz sin contaminación visual, con tan poca conservación como nula proyección y abandonado desde hace años por el Concello de la capital incapaz de conservar adecuadamente, siquiera, los espacios colindantes. Es un síntoma más del abandono de las riberas del río Loña desde el barrio de Mende hasta su desembocadura en el Miño a la altura de Os Caños. Nada de lo que presumir y una burla al menor compromiso de conservación patrimonial y medioambiental.

La última obra llevada a cabo en A Ponte Loña data de 1988, cuando se recuperó para el tránsito peatonal. Antes, en 1969, el Concello de Ourense hubo de consolidar este puente para evitar su ruina. Se ubica en el camino viejo entre Mende y Velle de los tantos que tuvo la ciudad, es de corte medieval de un solo arco y la primera referencia que consta de él data de 1238. No dispone de ninguna figura de protección (al menos no consta) y puede que no sea ni una belleza ni una reliquia patrimonial, pero nada de esto puede justificar tan pocos cuidados y un entorno tan inadecuado como decadente y nada decoroso.

Es un eslabón más del abandono del Loña a su paso por esta ciudad que, de abajo a arriba, arranca en la desembocadura del Miño con el abandono del Parque Loña desde casi el momento que se creó, y que continúa con la decadencia de A Ponte Loña. En su día, emblemático inicio del camino que daba servicio a la villa galaico-romana de Santomé.

 
 
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