Los sindicatos de los trabajadores municipales no descartan un otoño caliente en el Concello de Ourense. Por contra algunos de ellos lo contemplan y, cuando menos, han empezado a asumir la posibilidad. La decisión de la Xunta de Persoal de pedir al grupo del PP una reunión "urxente" para que los populares se decanten respeto a los "improperios" de Pérez Jácome a los trabajadores, es una señal en tal dirección y podría marcar el inicio del proceso.

El otoño caliente no es nada nuevo sino algo que, al menos algunos, empezaron a contemplar nada más llegar a la alcaldía el líder de DO. Siendo portavoz de la oposición, Pérez Jácome cuestionó en varias ocasiones la eficiencia de la plantilla municipal e, incluso, su capacidad. Con el cambio de gobierno tras las pasadas elecciones, el PP continuó al mando, incluso con Jesús Vázquez en el Salón de Sesiones, y el cambio de Armando Ojea por Flora Moure al frente de Persoal y Recursos Humanos no inspiró la menor confianza en que las cosas irían a cambiar para mejor.

Al déficit de personal y las decenas de vacantes que existen en el cuadro laboral del Concello —se habló de unas 200 en la etapa de Jesús Vázquez—, el nuevo alcalde respondió con contratación eventual; sigue sin concretarse en relación a concursos públicos para cubrir plazas; siguen los déficits de personal de la Policía Local y Bomberos, por ejemplo; y el alcalde insiste en la auditoría del personal municipal y, ahora, dio instrucciones a los jefes de servicio para medir la productividad de todos y cada uno de los trabajadores. Los sindicatos dicen seguir tomando buena nota de la situación del cuadro laboral y de las decisiones del regidor municipal, y en algún caso se apunta que "esto va a peor" y que, entre las pocas novedades que le constan, Pérez Jácome no cuestiona como lo hizo su predecesor, Jesús Vázquez, a la cúpula de altos funcionarios del Concello de Ourense. Es el único cambio que constatan: ellos mejoran pero todo lo demás empeora.