A pie de los trabajos que comenzaron este viernes pasado en el espacio que ocupa la capilla de Celeiros, se mantuvieron algunos familiares del guerrillero Benigno Fraga Pita. Aguardando los resultados de una investigación que discurrió como el protocolo dispone: metódica y paciente, al tiempo que fría y guiada únicamente por las pruebas. "No sé ponerle nombre, pero sería un alivio encontrarlo, aunque también es como si no tuvieras sentimientos, no sé qué siento realmente...", afirmaba Carmen Fraga, nieta de Benito Fraga, cuando se empezaba a disponer todo para dar por concluidos los trabajos la tarde de este domingo, 28 de julio.

Ella, su hermana, una prima y las dos bisnietas de Alejandro son los familiares que han impulsado la exhumación del cadáver. Empezó a ocurrir hace tres años, y el proceso se aceleró hace uno, cuando la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica —"fue Serxio y Carmen los que nos dijeron de ello"—, dio con el enterramiento del comisario político de la II Agrupación de la Guerrilla Antifranquista con base en A Edreira en el cementerio de Celeiros, Chandrexa de Queixa. Entonces a ellos no les cupo la menor duda de lo que tenían que hacer: "enterrarlo con la abuela", señaló Carmen Fraga. De confirmarse, los restos de Benigno Fraga Pita viajarán al Cementerio Municipal de Catabois, Ferrol, donde reposan los de Ramona, su esposa, y otros familiares. Pero aún habrá que esperar.

La mujer del guerrillero murió sin saber si realmente vivía o había muerto: "unos incluso le decían que sí, pero nunca lo supimos con certeza", dice Carmen Fraga. "Mi abuela siempre decía que lo había matado Franco", pero ni en los libros de familia aparecía claro. Ahora los hijos de los hijos de Benigno Fraga tienen claro que "debe reposar para siempre con su familia".

El blog Diario de un médico de guardia de David Simón avivó en 2016 el interés por el caso

La búsqueda del paradero de los restos del comisario político de la Resistencia de Ourense se avivó a raíz de una publicación del médico David Simón Lorda en su blog Diario de un médico de guardia. En abril de 2016, David Simón aludía a una investigación del periodista Xosé Domínguez a punto de publicarse A Edreira, el último bastión de la resistencia en Ourense. La investigación corregía publicaciones anteriores y concretaba que Benigno Fraga Pita era el guerrillero muerto la noche del 27 al 28 de abril de 1949 en la localidad de Candedo de Chandrexa de Queixa. Él era aquel que por aquellos pagos fue "o morto" y "o roxo".

La información revivió la memoria del guerrillero. A partir de aquí y del interés de la familia por esclarecer los hechos y dar con el paradero de Alejandro, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica hizo el resto. En febrero de este año el arqueólogo de la ARHM, Serxio Castro, revisó la documentación obrante en el Archivo Militar Intermedio del Ferrol hasta dar con el paradero del cadáver de Benigno Fraga: el de la capilla de Celeiros, cabecera del municipio de Chandrexa de Queixa, según indica la documentación. Fue suficiente para decidir a la familia del guerrillero: "A mi perro lo enterré hace tres años como era debido. Avisé en el trabajo de que tenía que enterrar a mi perro. Qué no haría yo por mi abuelo...", aseguraba este domingo Carmen Fraga.