El Concello de Ourense cerró semana dando licencia de ocupación a la Xunta de Galicia para el nuevo albergue de peregrinos de la ciudad, que se ubica en el Casco Histórico de la ciudad, en la Rúa da Barreira, esquina con la bajada a las Burgas. Una licencia urbanística que llega con tanto retraso como la inauguración de dicho albergue, comprometido en su día con el Concello por la secretaria xeral de Turismo, Nava Castro.

De hecho, el convenio Xunta de Galicia-Concello data de hace ya dos años y medio, marzo de 2016. A primeros del mes de agosto de aquel año, hace ya más de dos años, daban comienzo las obras. Los trabajos contaban con un presupuesto de 1,36 millones de euros, de los que el Concello de la ciudad debía aportar 410.738 euros, según entonces se establecía. El final oficial de los trabajos no llegaría hasta el pasado 20 de junio del año en curso, cuando la Xunta de Galicia recepcionaba las obras. Y ahora el Concello indica que "o proxecto contou cun investimento de máis de 700.000 euros, ademais da dotación para mobiliario".

La puesta en servicio de este albergue con capacidad para 50 nuevas plazas de peregrinos en el Camino de Santiago por la Vía da Prata, llega con mucho retraso. De hecho, cuando el 31 de julio de 2015 anunciaban la obra la secretaria xeral de Turismo de la Xunta, Nava Castro, y el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez, se anunciaba su entrada en servicio en 2017 sin especificar a qué altura del año. En el menos malo de los escenarios, la conclusión de los trabajos se sitúa ya por detrás de las previsiones, y la apertura del albergue un año después de lo establecido, como mínimo. Era aquel de julio de 2015 el primer gran anuncio de Jesús Vázquez como alcalde de Ourense, de la mano de Nava Castro y en la línea de la "cooperación institucional" con Xunta y Deputación en la que se ha sustentado la gestión del Gobierno municipal del PP durante todo el mandato.